Centenario del nacimiento del P. Ireneu Segarra en Ivars d’Urgell

Ivars d’Urgell hizo un sentido homenaje al P. Ireneu Segarra Malla, monje de Montserrat y gran compositor catalán, padre de un método propio para aprender música, hijo predilecto del pueblo que el 30 de septiembre hizo 101 años que nacer. Hijo de Cal Manset, su familia en las diversas ramas se hizo presente en la Misa de Acción de Gracias que se celebró a las 12 del mediodía en la iglesia parroquial de Ivars.

La celebración fue presidida por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives y concelebrada por el Rector, Mn. Carles Albert Ospina, y por Mn. Josep M. Solé -familiar del P. Ireneo-, Mn. Jaume Mayoral y Mn. David Codina. Asistió a la celebración la Alcaldesa, Ilma Sra. Montserrat Coma Ribera y una nutrida presencia de fieles y amigos que llenó la iglesia.
Mons. Vives fue recibido a su llegada al pueblo de Ivars por la Alcaldesa y el Rector y pudo saludar a algunos de los parientes más directos del P. Ireneu que asistían a la fiesta.

Al inicio de la celebración, Montserrat Coma quiso agradecer en nombre de los vecinos la presencia en la celebración de Mons. Vives a quien también felicitó por los 25 años de ordenación episcopal, y puso de relieve la gran estimación que Ivars ha tenido y tiene por el gran músico y hombre de iglesia, al que nombró Hijo Predilecto.
La misa se inició después de las palabras de la alcaldesa y las del Arzobispo, que agradeció también la presencia de las familias Segarra, Malla y Solé Segarra, ramas de la familia del P. Ireneu que se desplazaron desde diferentes puntos de Cataluña y de Andorra para asistir al acto; y de la participación de las corales de Ivars, Barbens y Boldú que se unieron para interpretar piezas del P. Ireneu durante la celebración eucarística. Puso de relieve la gran estimación que tenía por sus tierras de origen, señalando que fue un gran monje, un gran músico y un gran catalán «que con su música y composiciones, ha hecho que el pueblo cante sus obras, casi sin ser consciente, porque llegó muy al alma de nuestro pueblo».

En su homilía pidió de encomendar las necesidades de cada uno de los asistentes a Dios y también las necesidades de concordia y unidad plural de la Nación catalana y de la defensa de la lengua y cultura catalanas. Una defensa que no quiere estar en contra de nadie sino a favor de todos; un nacionalismo que ame, que aporte y que busque el reconocimiento con los otros pueblos y dentro de los otros pueblos, nunca contra nadie, siempre a favor. Puso de relieve sobre las lecturas de la jornada el precepto de Jesús de no excluir a nadie: trabajando a favor de que si no se está en su contra está a favor, superando los grupos que se encierran en sí mismos. Sobre la figura del P. Ireneu señaló su gran talla musical y humana, de dimensión internacional, que comenzó su formación con el P. Rodamilans en la escolanía de Montserrat y que inició el noviciado con 16 años. Se exilió en Bélgica durante la guerra civil y en volver perfiló en su sistema de aprendizaje musical. Un sistema que se utiliza en muchas escuelas de Cataluña, para incorporar el ritmo a la experiencia de aprendizaje. «Supo ser un monje callado, humilde y piadoso. Él no fallaba nunca a las actividades comunitarias a pesar de la gran labor que desarrollaba… y ya de mayor, seguía las oraciones intensamente, a pesar de sus dificultades. Quiso hacer hasta el final las cosas que tenía que hacer con su comunidad…. No olvidemos que era un gran monje, fue un gran músico, hizo que este coro infantil que es la joya de Cataluña, la Escolanía, y el más antiguo del mundo, tuviera una unión y un estilo que lo ha hecho especial, y todo esto se debe a la personalidad del P. Ireneu. Nos podemos sentir muy orgullosos de él».

Al finalizar la celebración eucarística, Mons. Vives, junto con la Alcaldesa, los familiares y asistentes, se dirigieron a la casa donde nació Jesús Segarra hacía 100 años y donde se descubrió una placa, que bendijo el Arzobispo en presencia de los vecinos y amigos. Después se hicieron fotografías con los familiares y participantes en la celebración. Mons. Vives pudo hablar con todos ellos y compartió inquietudes y vivencias sobre el P. Ireneu.

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