Previamente, por la tarde, se celebraron las misas participadas por los niños de catequesis y sus familias, la misa del pollito, con una gran cantidad de fieles que fue presidida por el Vicario General y Rector de la Parroquia de St. Ot, Mn Ignasi Navarri.
También, por la tarde, el Arzobispo presidió la Misa vespertina en el Hogar de San José de La Seu de Urgell con las Religiosas de los Ancianos Desamparados, Mn. Lluís Rourera, sacerdote residente y los otros residentes que forman el Hogar de San José.
En la homilía el Sr. Arzobispo habló de la luz de Cristo que ilumina las noches negras de la humanidad y las llena vida, de paz y de luz. También explicó cómo la noche de Navidad de este año 2018 celebraremos los 200 años del Villancico más famoso en todo el mundo, que fue cantado por primera vez en Oberndorf, cerca de Salzburgo, Austria (Stille Nacht, heilige Nacht, Santa Noche , Plácida Noche, «Noche de Paz«). Escrito originalmente en alemán y traducido a más de 300 idiomas, es, sin duda, el Villancico más universal. El sacerdote Joseph Mohr pidió la víspera de Navidad de 1818 al maestro de escuela y organista, Franz Xaver Gruber, que compusiera para la letra que él había escrito unos pocos años antes, una melodía para guitarra y coro. Y así fue como aquel 24 de diciembre cantaron juntos en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf. Podría ser un himno de paz y de reconciliación, ya que la noche de Navidad de 1914, en los inicios de la Primera Guerra Mundial, la canción «Noche de Paz» fue entonada en «la Tregua de Navidad». Este hecho fue un breve alto el fuego no oficial que se dio entre las tropas del Imperio alemán y el Imperio británico estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial. La tregua comenzó cuando aquella noche las tropas alemanas decoraron sus trincheras y luego continuaron cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche silenciosa, noche santa, que nosotros traducimos Noche de Paz, Noche de Amor). Las tropas británicas respondieron entonces con el misma villancico en inglés. Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad unos a otros. ¡Qué triste es una guerra y todas las discordias y enemistades que pueden conducir. Noche de Paz es señal de paz y tregua. Nunca más la guerra! Trabajemos siempre por la paz.
El 25 de diciembre, la celebración de las 12:00 fue presidida también por el Arzobispo de Urgell, que impartió la Bendición apostólica con indulgencia plenaria.
La participación en estas celebraciones de Navidad es muy grande en ciudades y pueblos pequeños de toda la Diócesis, con actividades que llevan a la misa o derivan, como gestos de solidaridad en las ofrendas, pesebres y exposiciones, cantadas de corales y canciones de grupos de jóvenes. Los sacerdotes y diáconos se multiplican estos días de fiesta y se desplazan por todas partes para que en la Diócesis todos encuentren cercana la celebración de la Eucaristía, que nos da el mismo Cristo que nació en Belén, humildemente entregado en el pan de la vida.