La noche del 17 de diciembre de 2024, a medianoche, se hundió el falso techo del coro del monasterio, el lugar de la Sagrada Liturgia donde cada día tejemos la alabanza al Altísimo con quienes rezan y con quienes no rezan. En medio de aquel desastre, dimos gracias al contemplar, asombradas, cómo se habían salvado las imágenes, los breviarios y nosotras mismas. El resto había quedado arruinado.
Durante meses hemos añorado y valorado lo que para nosotras significa el coro, el breviario y, en nuestro caso, la visibilidad del Santuario del Santo Cristo. Finalmente, el día 9 de noviembre, fiesta del Santo Cristo, cantamos las II Vísperas de la Exaltación de la Santa Cruz junto a nuestro obispo Josep-Lluís, que bendijo el coro restaurado y embellecido. Nos acompañaron Mn. Joan Pujol y Mn. Pere Cañada, así como una digna representación del laicado de la Diócesis en Ana María Villas y su esposo Eduardo.
Recordamos con gratitud al arquitecto Amadeo Matosas, que con tanta dedicación ha dirigido la restauración y se ha esmerado en conseguir una iluminación que favorece, alternativamente, la celebración de la Liturgia de las Horas y los momentos de adoración y recogimiento.
Nuestra gratitud se eleva, como el incienso, hacia el Señor por la generosidad de nuestro obispo Josep-Lluís y el apoyo de sus colaboradores.










