En muchas parroquias del Obispado tuvo lugar en torno a la fiesta de San Cristóbal, patrón de los conductores, el día 10 de julio, la tradicional bendición de vehículos.
A pesar de la pandemia actual se pidió la protección del santo para los vehículos de todo tipo: coches, bicicletas y motocicletas.
Una bendición que recordó a los conductores y peatones la necesidad de una educación vial que haga respetar las normas para una mejor conducción y las actitudes responsables de conductores y peatones, tal como lo recordaba la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, que tuvo lugar el pasado domingo con el título: «Cuida de él. Buenos samaritanos en el camino».