El domingo 23 de noviembre tuvo lugar, en la Parroquia de Agramunt, la fiesta que señala el final del año litúrgico, la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Una eucaristía que este año presidió el Sr. Obispo, Mons. Josep-Lluís Serrano, concelebrada por el rector, Mn. Jaume Mayoral, y acompañada por el religioso de la Cruz Blanca, Gmà. Joaquim Cifuentes. Asistió un gran número de fieles, así como la alcaldesa de Agramunt, Ilma. Sra. Sílvia Fernàndez. Como en otras ocasiones, el Coro Parroquial solemnizó la celebración con sus cantos.
Durante la celebración, las religiosas de la comunidad de las Hijas de Cristo Rey renovaron sus votos. La congregación celebra este año un año jubilar por los 150 años de su fundación (1876-2026) y encuentra en la jornada de Cristo Rey un momento importante de su vida religiosa. Tras la lectura del Evangelio y ante Mons. Serrano, la imagen del Niño Rey y los fieles que llenaban la iglesia, las hermanas María Ángeles, Ángeles y María Goretti renovaron su promesa de cumplir los votos religiosos de pobreza, obediencia y castidad; posteriormente, recibieron la bendición del Sr. Obispo.
En su homilía, Mons. Serrano se refirió a Cristo Rey desde una mirada que debe llevar a contemplar la Cruz y a conocer su reino de amor y entrega de servicio al mundo. También agradeció la opción de las religiosas que, siguiendo la enseñanza de su fundador, el venerable Mn. Josep Gras i Granollers (nacido en Agramunt, 1834 – Granada, 1918), proclaman y evangelizan la centralidad de Cristo Rey en la Iglesia y en el mundo.
Antes de finalizar la misa, se bendijo la imagen del Niño Rey, que a partir de ahora lucirá en uno de los altares del templo de Agramunt. También se ofrecieron a los fieles que llenaban la iglesia parroquial unos sencillos recuerdos (marcapáginas, estampas de oración y chapas). Fieles que, además de Agramunt, vinieron de los pueblos donde las religiosas desarrollan su labor pastoral y la celebración de la Palabra: Mafet, Montclar, Santa María de Montmagastrell, Claravalls y Altet, así como un grupo de fieles procedentes de Ponts, donde tienen buenos amigos que apoyan y colaboran con su tarea.
Al final del encuentro, las hermanas ofrecieron coca y vino dulce para agradecer y compartir su alegría por la fiesta que acababan de celebrar, mientras que el Sr. Obispo, en la entrada del templo, fue despidiendo a los fieles que regresaban a sus hogares, un momento que valoraron para poder saludar a su pastor e intercambiar con él unas breves palabras, una forma viva y evangelizadora de vivir el encuentro del pastor con su rebaño, en esta ocasión con los fieles de las tierras del Urgell (experiencia reforzada por el hecho de que el Obispo iba revestido con mitra y báculo).
Cabe destacar que, los días previos a la festividad dominical de Cristo Rey, la comunidad y la parroquia de Agramunt celebraron en la Capilla de los Socós un Triduo de adoración al Santísimo, con la participación de un grupo de fieles que ofrecieron su oración por el Reino de Dios. Una celebración, preparada por las mismas religiosas, que quiso ofrecer un espacio de oración y adoración, donde también se rezó para que muy pronto el venerable Mn. Josep Gras pueda obrar un milagro reconocido por la Iglesia y así continuar su camino hacia los altares y la santidad.









