El domingo 22 de noviembre la Parroquia de la Asunción de Agramunt celebró la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Mundo y también un recuerdo por la fiesta de la virgen y mártir Santa Cecilia, patrona de los músicos. La Misa del mediodía en el templo agramuntino, y con las medidas sanitarias, hizo mucha mención a la fiesta de Cristo Rey, ya que la acoge una comunidad de tres religiosas, Hijas de Cristo Rey que conmemoraban la fiesta de su Congregación religiosa.
También el Coro Parroquial honró su patrona, Sta. Cecilia, con algunos cantos destacados. Los días previos a la festividad, la Parroquia celebró, antes de la Santa Misa de la tarde, un Triduo a Cristo Rey, con momentos de oración y con un rato de Adoración al Santísimo Sacramento, celebración que prepararon la Comunidad de las Hijas de Cristo Rey, como en los tres últimos años, desde su llegada a Agramunt y al Obispado de Urgell.
En la celebración dominical las tres religiosas, las hermanas Dolores, Visitación y Ángeles pudieron hacer presente su carisma religioso, propuesto por su fundador el presbítero agramuntino y ahora Venerable Mn. Josep Gras Granollers (Agramunt 1834 – Granada 1918). Con la preparación de una liturgia que quería respirar su compromiso con la Iglesia y con la sociedad, ofrecieron unas ofrendas y unas oraciones para comunicar a los fieles que asistieron a la Eucaristía, su carisma y su servicio hacia los otros y especialmente los más necesitados y vulnerables.
En la homilía el Rector de la Parroquia, Mn. Jaume Mayoral, recordó que el Evangelio hablaba de compromiso y de acción caritativa, y agradeció la labor pastoral y de oración de las Hijas de Cristo Rey en Agramunt y en todo el mundo donde tienen comunidades establecidas -en 10 países con un total de 34 comunidades-, y también agradeció el servicio del Coro Parroquial que con sus cantos y su presencia son un dinamizador de las celebraciones en la Comunidad Parroquial, pidiendo a Santa Cecilia que los acompañe y los ayude en su servicio a la parroquia y el pueblo de Agramunt.
El momento más emotivo fue cuando las tres religiosas ante los fieles renovaron sus votos religiosos, con un compromiso de ayudar a construir el Reino de Dios aquí y ahora en Agramunt y pueblos de la Ribera del Sió, con su oración y su acción pastoral y evangelizadora. Al final de la celebración aún hubo un pequeño e intenso momento para felicitar a Marc, un chico con síndrome de Down que acababa de celebrar su cumpleaños; Marc es un gran colaborador en el servicio del altar, un servicio que ha acompañado diferentes sacerdotes, y con su simpatía agradeció el regalo de cantarle el «cumpleaños feliz».
Después y en las escaleras de la iglesia y bajo el fondo decorativo de la imponente portada románica se hizo una foto de recuerdo con los miembros del Coro Parroquial, las Hermanas de Cristo Rey y Marc, el monaguillo de la Parroquia agramuntinos.