Siguiendo la bonita tradición bianual, interrumpida durante la pandemia, el Obispado de Urgell celebró la 5ª Jornada diocesana que en esta ocasión sirvió para presentar al público asistente las conclusiones de la fase diocesana que el Obispado ha trabajado durante el curso pastoral 2021-2022 en las parroquias, movimientos, grupos, esplais, catequesis, jóvenes, etc. y para hacer memoria agradecida del trabajo de Cáritas diocesana y parroquiales durante el 2021.
La 5ª Jornada tuvo lugar el sábado día 18 de junio, y reunió a más de doscientas personas llegadas a La Seu d’Urgell de todos los lugares diocesanos, miembros de todo el Pueblo de Dios: matrimonios, laicos, jóvenes, miembros de la vida consagrada, presbíteros y diáconos en una jornada que no se celebraba desde el año 2019 a causa de la pandemia.
La Jornada se inició con la oración y bienvenida del Arzobispo Joan-Enric que destacó cómo la Iglesia de Urgell se ha sumado a la llamada del Papa Francisco, y los diversos grupos parroquiales han intentado, en la medida de sus posibilidades, ponerse en camino y reflexionar juntos con el Sínodo por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión. El Arzobispo en sus palabras iniciales quiso tener presentes y rezar de forma especial por los pueblos del Obispado de Urgell que están sufriendo las consecuencias devastadoras de los incendios de estos últimos días en La Noguera y otros lugares, a los que quiso enviar todo el apoyo, con un agradecimiento para las autoridades, bomberos y fuerzas de seguridad, y vecinos y voluntarios que están haciendo grandes esfuerzos por controlar y extinguir los incendios.
También destacó cómo el Espíritu Santo ha conducido y conduce a la Iglesia, animándola y vivificándola, rejuveneciéndola, con nuevos y abundantes dones y cómo la celebración de la Jornada nos servía para presentar las principales conclusiones del Sínodo en nivel diocesano y para agradecer el trabajo de tantos y tantos voluntarios de Cáritas parroquiales y diocesana que trabajan al servicio de los más pobres y vulnerables.
Tras la bienvenida y la oración inicial condujo el acto al Responsable diocesano del Sínodo en Urgell y Vicario episcopal, Mn. Antoni Elvira, y la Delegada de medios de comunicación, Sra. Cristina Orduña, que fueron desgranando poco a poco las principales conclusiones del Sínodo a nivel diocesano.
La consulta en Urgell ha involucrado a más de 900 personas en más de 60 grupos con una media de edad de los participantes en la consulta de unos 47 años. Se ha subrayado por parte de los diferentes miembros del Pueblo de Dios (laicos, miembros de la vida consagrada, presbíteros) la necesidad de una formación integral entre todos los agentes de pastoral, incluidos los presbíteros; la necesidad de mejorar y acentuar la corresponsabilidad laical a través de los diversos órganos de consulta previstos por la Iglesia, como los consejos de pastoral y económicos parroquiales, o la necesidad de un acompañamiento a las personas integrales, que también tenga en cuenta la dimensión espiritual, a partir de la profundización en la lectura y meditación de la Palabra de Dios. La reflexión sobre la sinodalidad de la Iglesia se ha vinculado básicamente con el tema de la comunidad cristiana, destacando que la Iglesia es la familia de los hijos de Dios. Ha habido bastantes peticiones para promover la dimensión comunitaria de la Iglesia y emprender iniciativas para que todos los fieles se sientan parte de la comunidad cristiana. Se ha expresado el deseo de fomentar el encuentro, el contacto, la comunicación y el conocimiento personal entre las personas de una misma comunidad cristiana, así como de establecer vínculos de ayuda y apoyo mutuo. Por eso los diferentes grupos diocesanos en la consulta han pedido mejorar la acogida a todas las personas, partiendo de su situación personal, tal y como son, y profundizando en el diálogo a través de la escucha atenta de los hermanos.
A continuación el Delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Urgell, Mn. Jaume Mayoral agradeció la labor de los voluntarios y voluntarias, trabajadores y agentes dinamizadores de Cáritas diocesana y parroquiales, y destacó cómo las Cáritas Diocesanas de Lleida, Solsona y Urgell han destinado durante el año 2021 un total de 6.567.844 euros para atender a las personas que acuden a la entidad, un millón de euros más que en 2021 (5.530.879 euros). Gran parte de estos recursos se han destinado a programas de cobertura de necesidades básicas y de apoyo a los colectivos más vulnerables, y a los proyectos de inserción laboral. En total, se han beneficiado de la acción de Cáritas casi 17.000 personas de todo el territorio de las tres diócesis. Asimismo, también se han atendido a más de 7.000 personas en los diversos programas que lleva a cabo la entidad.
La Jornada quiso tener muy presente y rezar por el conflicto armado en Ucrania con la participación y el testimonio de una parte de la comunidad ucraniana acogida en la parroquia de Sta. María de Guissona que quisieron hacerse presentes y mostrar su agradecimiento a la comunidad católica que ha acogido a casi 300 refugiados. La coral ucraniana animó a toda la jornada con sus cantos mostrando la comunión y universalidad de la Iglesia católica que nos hace a todos hermanos, aunque con varios ritos litúrgicos.
Finalmente, los jóvenes estuvieron presentes en la Jornada a través de los grupos de fe Txt de todo el Obispado y del testimonio de dos personas, Ramon Oromí responsable del Departamento de Fe de la Fundación Esplais Sta. Maria de Núria (FEMN) y Janet Capdevila (activa en las redes) que mostraron su fe en Jesucristo desde ámbitos y situaciones diversas, pero subrayando cómo la fe a ambos les ha ayudado y les ayuda en su vida como a cristianos.
Los músicos urgelenses David Pradas y la soprano Maria Altadi animaron la matinal de reflexión, testigos, profundización y celebración con cantos epirituales acompañados en el piano.
A continuación tuvo el acto central de la Jornada que fue la celebración eucarística en la Catedral de Santa María de Urgell presidida por el Arzobispo Joan-Enric y concelebrada por una 20 presbíteros y 2 diáconos provenientes de las parroquias del Obispado y que fue un momento intenso celebrativo.
En su homilía el Arzobispo Vives glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas. En la primera lectura, 1º Reyes 19,1-18, el profeta Elías siente la tentación de “dejarlo”, desanimado y dejar de hacer de profeta, pero Dios le alimenta con pan y agua, y le hace oír su voz y le dice: “Levántate y come, que tienes mucho camino por hacer”. El Arzobispo animó a los fieles a superar la tentación del desánimo y la incredulidad ya escuchar al Espíritu Santo que nos llama a “levantarnos” y “comer” y alimentarnos con la Eucaristía de Jesús, Pan de vida, fiesta que celebraremos por Corpus, y en continuar el camino de la fe con alegría y perseverancia. La Iglesia de Urgell ha trabajado en comunión con el Papa Francisco y la Iglesia Universal siguiendo la llamada que ha hecho para que los fieles participáramos en el Sínodo a través de la consulta al Pueblo de Dios. Se proclamó el Evangelio de los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y cómo de la desesperanza y el desconcierto pasan a reconocer al Señor Jesús cuando les parte el pan. Por eso necesitamos celebrar la Eucaristía para que le podamos reconocer como el Señor Resucitado y debemos pedirle, como lo hicieron los discípulos de Emaús, “quédate con nosotros, que se hace tarde y el día ya ha empezado a declinar”.
Por último, Mons. Vives agradeció todo el trabajo de Cáritas y recordó cómo en 2022 precisamente se cumplen los 75 años de la creación de Cáritas Española, que es el rostro más genuino de la Iglesia que acoge a todos. En este sentido, quiso tener un recuerdo por todos los conflictos armados del mundo, no sólo el de Ucrania, sino tantos lugares que sufren el horror de la guerra, del hambre, de la falta de vivienda, también ciudadanos que no pueden llegar a fin de mes porque sus ingresos no dan para pagar los consumos de energía, calefacción, agua, etc. y los cristianos perseguidos a causa del testimonio de la fe.
La Misa fue solemnizada por los cantos de la coral ucraniana de Guissona y por Mn. Antoni Elvira y el organista que colabora habitualmente en la Catedral, Sr. Joaquim Boquet. Al final de la celebración se cantó con solemnidad el Rosa d’Abril en honor a la Virgen de Montserrat, Patrona de las Diócesis con sede en Cataluña y el canto “Plegaria por Ucrania”, un canto bellísimo que se puede encontrar en youtube y que es el himno espiritual de los ucranianos, que cantan como canto final en muchas eucaristías las Iglesias greco-católica y ortodoxa.
Una comida de hermandad en el Seminario diocesano con intervenciones musicales de Leda y la Coral ucraniana concluyó el gozoso día de fiesta y reencuentro después de la pandemia.