14º Encuentro diocesano de «Vida Ascendente» en Agramunt

La ciudad de Agramunt acogió el día 8 de octubre el 14º Encuentro diocesano anual del Movimiento «Vida Ascendente» con la participación de unas 150 personas provenientes de todos los lugares del Obispado de Urgell.

La Jornada fue presidida por el Arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives y la Presidenta del Movimiento Maria Carme Ribes. Les acompañaron en el saludo inicial los Consiliario y vice, Mn. Manuel Pal y Mn. Josep Mª Aresté, así como el Rector de la Parroquia de Agramunt, Mn. Jaume Mayoral y la Concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Agramunt Sra. Silvia Fernández. También se hicieron presentes el Presidente diocesano del Obispado de Solsona y de Tarragona, Sr. Vicenç Quinquilla y Sr. Josep Mª Ferran.

El encuentro contó con la participación de los más de 15 grupos del movimiento presentes en la Diócesis.

La Presidenta diocesana dio la bienvenida a los participantes en la sala de actos parroquial y agradeció el esfuerzo de la presencia en una jornada de amistad y y profundización en las raíces del movimiento.

Mn. Jaume Mayoral, Rector de la Parroquia, mostró su satisfacción por poder acoger a los participantes en el encuentro. Mons. Joan-Enric Vives destacó en sus palabras de acogida cómo los integrantes del movimiento «Vida Ascendente» tienen un papel fundamental en la transmisión de la fe a las generaciones más jóvenes demostrando que la vejez es un buen momento para vivir la fe y anunciarla a la familia y los más cercanos, glosando el temario de reflexión para el curso que empieza.

Tras la acogida inicial, los participantes se repartieron en dos grupos. El primero, visitó la iglesia de la Virgen Asunta de Agramunt, con un guía que fue a cargo de Mn. J. Uriel Álvarez, Rector de Alp, que durante 6 años había sido el rector de la Parroquia de Agramunt. Destacan en el templo parroquial dos portadas románicas, abiertas al muro septentrional y al poniente, respectivamente. La de poniente es uno de los mejores ejemplos de la llamada escuela de Lleida, por la riqueza de su decoración. Uno de los elementos más significativos es el grupo esculpido en alto relieve, situado en las dovelas centrales de la puerta, y que representan la Virgen con el Niño, flanqueada a la izquierda con la Anunciación y a la derecha con la Adoración los reyes. También es especialmente exitosa la llamada Capilla del Socorro donde está la Virgen del Socorro, muy querida y venerada en Agramunt, imagen de madera policromada.

El segundo grupo visitó el llamado «Espai Guinovart» que es un centro de arte contemporáneo con una trayectoria que viene marcada principalmente por la voluntad de Josep Guinovart de construir un espacio para la creación y la promoción del arte contemporáneo y, al mismo tiempo, un espacio con su obra expuesta permanentemente. Una obra que gira alrededor de Agramunt, de su territorio, de su paisaje y de su gente. La obra de Josep Guinovart en Agramunt se inspira en su estancia en la población los años 1937-1938, en plena Guerra Civil, cuando él tenía 9-10 años. Su madre era agramuntina. El primer bombardeo de Agramunt, el 5 de abril de 1938, determinó la huida de la familia al campo, donde el futuro artista vivió con su familia en una cabaña. Esto le obligó a mantener una relación directa con la naturaleza, las herramientas del campo y los animales. En las galerías laterales se muestra, de manera rotatoria, la Colección de la Fundación Privada Espai Guinovart. En 2015 fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura.

El acto central de la Jornada fue la celebración de la Eucaristía presidida por el Arzobispo Joan-Enric y concelebrada por un buen grupo de sacerdotes que acompañan en sus respectivas parroquias grupos de «Vida Ascendente». En su homilía el Arzobispo glosó las lecturas proclamadas en ese día. La primera lectura del libro de Jonás (Jn 3,1-10) destacaba cómo Nínive, la gran ciudad, era perdonada a pesar de que Dios había amenazado de destruirla y cómo esto, en un primer momento, no gustó a Jonás. Necesitamos confiar en la misericordia de Dios ya que «para Dios nada es imposible» y puede convertir incluso a las personas más duras de corazón. Por ello Mons. Vives animó a los integrantes del movimiento «Vida Ascendente» a perseverar en su fe y en el testimonio y apostolado, especialmente en la propia familia y ambiente, ya que nunca sabremos el fruto escondido de nuestro testimonio. También glosó el Evangelio proclamando en ese día de Marta y María (Lc 10,38-42) donde el Señor Jesús alaba la actitud de María «que ha escogido la parte mejor y no le será quitada». El Arzobispo animó a los miembros del movimiento diocesano a vivir su espiritualidad con intensidad y nutrirse de la Palabra de Dios y de la compartición de la amistad en la vejez pero también a ser diligentes y activos en la acción de anunciar el Evangelio y de proponer a los demás sin vergüenza, a ser atrevidos en la propuesta de la fe, ya que, como dijo San Juan Pablo II, «la fe no se impone, se propone» pero hay que tener coraje para proponérsela a los demás.

Los fieles de las diferentes parroquias con presencia del Movimiento hicieron las oraciones que habían preparado previamente y al final de la Misa se cantó el himno del Movimiento.

Una fotografía de familia y un almuerzo compartido concluyeron la alegre celebración.

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