El día 11 de octubre de 2009 traspasaba quien fue Arzobispo-Obispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan Martí Alanis (El Milà 1928 +Barcelona 2009) en el día en que toda la Iglesia Universal celebra la Fiesta del Papa San Juan XXIII y los 60 años del inicio del Concilio Vaticano II.
En la iglesia del Hogar de San José de La Seu d’Urgell el Arzobispo Joan-Enric Vives presidió la Eucaristía recordando la figura de Àngel Josep Roncalli que nació en Sotto il Monte, Bérgamo (Italia), el 1881. A los 11 años entró en el Seminario Diocesano de Bérgamo y fue posteriormente alumno del Pontificio Seminario Romano. Ordenado de presbítero en 1904, fue secretario del obispo de Bérgamo. En 1921 inició su servicio en la Santa Sede como Presidente del Consejo central italiano de la Obra Pontificia de Propagación de la Fe; en 1925 fue nombrado Visitador Apostólico y después Delegado Apostólico en Bulgaria; en 1935, Delegado apostólico en Turquía y Grecia, y en 1944 Nuncio Apostólico en Francia. En 1953 fue creado cardenal y nombrado después Patriarca de Venecia. En 1958 fue elegido Papa; durante su Pontificado, convocó el Sínodo Romano, instituyó la Comisión para la revisión del Código de Derecho canónico y convocó el Concilio ecuménico Vaticano II. Murió santamente el 3 de junio de 1963. El Papa bueno, como todos lo llamaban.
El Arzobispo Vives glosando la Palabra de Dios insistió en cómo Jesús recrimina a los fariseos porque «hacen la ceremonia de purificar vasos y bandejas, pero por dentro está lleno de rapacidad y dolencia». Lo que salva no son los ritualismos o formalismos externos sino el amor y el servicio, especialmente a los más pobres, al estilo de Jesús: “Dad a la gente necesitada lo que hay en las bandejas y en los vasos; entonces sí que todo lo que utilice quedará puro”.
Mons. Martí erigió las nuevas instituciones de renovación emanadas por el Concilio Vaticano II, y lo aplicó a la Diócesis de Urgell trabajando por una Iglesia misionera, misterio de comunión y pueblo de Dios; austera y servidora de los pobres. En toda la Diócesis hoy se reza por quien fue Pastor de la Iglesia de Urgell (1971–2003) con agradecimiento por su fecundo ministerio episcopal.