El Santuario-Basílica del Santo Cristo de Balaguer vivió, el domingo 9 de noviembre, el día de la gran fiesta dedicada al Santo Cristo, con una gran asistencia de fieles, como es costumbre, que llenaron el templo. En los bancos delanteros, las autoridades locales estaban encabezadas por la Paera en cap, Ilma. Sra. Lorena González, y todos los concejales del consistorio, además de los representantes del Consejo Comarcal y de otras instituciones de Balaguer. Los cantos solemnizaron la celebración, a cargo del Orfeó Balaguerí.
El obispo de Urgell, Mons. Josep-Lluís Serrano, presidió la celebración junto con el rector-custodio del Santuario, Mons. Joan Pujol, Mn. Jordi Profitós, Mn. Aresté y los diáconos del Arciprestazgo. Los seminaristas sirvieron como acólitos. También asistieron las Hermanas Pobres de Santa Clara, que forman la comunidad de oración del Santo Cristo.
Mons. Serrano habló de la importancia del Jubileo y de la trascendencia en su homilía, animando a los fieles a tener esta visión de la existencia y del servicio a las personas que tenemos cerca, citando el Evangelio: “Todo lo que hicisteis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis”. Invitó a acompañar a los más jóvenes y a los niños para realizar voluntariados al servicio de las personas mayores. Concluyó su homilía hablando de la presencia de los condes y del obispo de Urgell, que fueron los artífices de la fundación de la primera iglesia del Santo Cristo: “Así nosotros somos testigos y herederos de este legado que se nos ha dado”, y recordó que los condes quisieron llevar allí a las Hermanas Pobres de Santa Clara para que pudieran llevar la fe y evangelizar esta tierra. Mons. Serrano señaló, para terminar y recordando las lecturas de este domingo, que hoy más que nunca nuestra vida debe ser refugio de paz, de servicio y de amor.
Al finalizar la celebración eucarística, Mons. Serrano y las autoridades, junto con el pueblo fiel, realizaron la tradicional bajada hacia el centro de Balaguer, hasta la plaza del Mercadal y el Ayuntamiento de la ciudad, acompañados por los Gigantes y la Cobla Selvatana, y asistieron al baile festivo de los Gegants y de l’Harpia.
