La juventud jubilar

Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgel,

Este domingo os escribimos con nuestros jóvenes desde la Ciudad Eterna, donde los apóstoles Pedro y Pablo alcanzaron la gloria del martirio. Nos hemos reunido con jóvenes de otras diócesis de todo el mundo y vivimos la experiencia de sentirnos comunidad, de ser Iglesia universal desde nuestra Iglesia local.

Queremos ser testigos de la esperanza jubilar.

Una treintena de jóvenes de toda la diócesis tienen la oportunidad de disfrutar de este encuentro jubilar con otros jóvenes de distintos países y celebrar la Eucaristía dominical con el sucesor del apóstol Pedro, el Papa León XIV, en el campus universitario de Tor Vergata, en Roma.

La juventud lleva siempre consigo esperanza y visión de futuro. Hay que apostar por los jóvenes y darles responsabilidades en nuestras comunidades cristianas, porque un joven enamorado del Amado siempre dará esperanza y vida, generando vitalidad y confianza. Celebrar el jubileo de los jóvenes en Roma este domingo nos confirma en la fe que recibimos de nuestros padres y de quienes nos precedieron en ella, de quienes sembraron en nuestros pueblos la fe cristiana y la vivieron, creando una cultura que nace del Evangelio.

El «júbilo» —la alegría, el gozo— es la condición ontológica de nuestro ser cristianos. Si este año queremos recibir la gracia del jubileo, podemos peregrinar a Roma, a las tumbas de los apóstoles San Pedro y San Pablo, pero también podemos peregrinar a la catedral de La Seu d’Urgell y a la basílica del Sant Crist de Balaguer, dos templos jubilares de nuestra diócesis de Urgell, para alcanzar la alegría de sentirse amado por el Padre.

Querida juventud de la diócesis de Urgel: os invito a lo esencial, es decir, a conocer a Jesús, presencia viva porque ha resucitado, presencia afectuosa porque nos llamó amigos; una presencia en la que podemos confiar. Todos estamos llamados a caminar hacia las distintas formas de peregrinación. A través de la solidaridad y la creatividad, hemos de pedir la gracia de encontrarnos con Jesús, que nos dice: «Te espero, te acompaño, te ilumino».

Que este fin de semana del jubileo de la juventud nos impulse a todos, diocesanos, a rezar por los jóvenes y a hacerles espacio para que nos contagien su esperanza. Como dice la bula de convocatoria del Jubileo 2025, «la esperanza no defrauda». No decepcionemos tampoco a nuestros jóvenes, y hagámonos, a la vez, jóvenes nosotros mismos. Démosles confianza, motivación, y hagamos crecer en ellos —que a veces miran a su alrededor sin ver la luz de un Dios Padre que nos ama y nos da su vida plena— la fe que transforma.

Con nuestra oración, para que muchos de los jóvenes que participan en este jubileo puedan descubrir la felicidad de la vocación a la que el Señor los llama.

Con afecto y comunión, de Vuestro servidor,

 

✠ Josep-Lluís Serrano
Obispo de Urgel

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