El Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona acogió, el martes 19 de septiembre, el acto académico de inauguración del curso 2023-2024 del Ateneu Universitari Sant Pacià (AUSP), que integran la Facultad de Teología de Cataluña, la Facultad de Filosofía, la Facultad Antoni Gaudí y el Instituto de Liturgia ad instar facultatis. Fue presidido por el Gran Canciller de la AUSP, el cardenal Joan-Josep Omella, y asistió el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, junto a los otros obispos de las diócesis catalanas.
La presentación de la memoria del curso 2022-2023, corrió a cargo del dr. Joan Torra Bitlloch, nombrado el pasado 6 de julio prorector de la AUSP en sustitución del dr. Armand Puig Tàrrech, que el 5 de junio fue designado por el Papa Francisco presidente del AVEPRO, la Agencia de Verificación y Promoción de la Calidad de la enseñanza en las Universidades y Facultades eclesiásticas. El dr. Torra inició su parlamento dando las gracias a su predecesor por la labor realizada al frente de la institución y al cardenal Omella por la confianza depositada en él para desarrollar el cargo, siendo Decano de la Facultad de Teología.
El dr. Torra informó también de la elaboración del Plan Estratégico para las cuatro Facultades de la AUSP: la Facultad de Teología, la de Filosofía -que este curso ha retomado su nueva singladura en la dimensión eclesiástica-, la de Historia, Arqueología y Artes Cristianas Antoni Gaudí y el Instituto de Liturgia ad instar facultatis.
Este Plan escribe la misión de la institución, su visión de su situación y su posicionamiento institucional. “Después –dijo el dr. Joan Torra– hay que poner el acento en los objetivos, proyectos y acciones para los próximos cinco años; para acabar explicando en lo que se llevará a cabo en el curso que comienza”. «Es indudable que nuestro gran objetivo es llenar de contenido el esqueleto que ya tenemos para ser el pulmón intelectual de la Iglesia en nuestro país, que piensa en Dios y lo explica en catalán», argumentó. «El esqueleto lo tenemos -explicó-: una estructura extraordinaria, con un producto único y de mucha calidad en los cuatro ámbitos que delimitan las cuatro esquinas del claustro». “Debemos poder ser el pulmón intelectual, que contempla el cielo; por eso el claustro siempre está abierto a mirar cielo arriba, a pensar a Dios, a tratar de entenderlo, pero con los pies en el suelo. El claustro siempre tiene la gran portalada que le comunica con el mundo, con el mundo de ahora y de aquí, el de nuestra casa al que estamos llamados a hablar del Dios que hemos contemplado desde todos los puntos de vista posibles: filosófico, antropológico, bíblico, teológico, estético, histórico, musical, de alabanza, de oración, de liturgia, de sacramento… Es nuestra vocación; es plenamente formadora para aquellos que deben servir a la Iglesia ministerialmente y en los diversos carismas, y evangelizadora, al servicio de la Iglesia de nuestra casa y de la gente que amamos”.
“Por eso, con toda la ilusión, hacemos mucha docencia, en múltiples niveles y con valores académicos distintos. Y hacemos investigación; es esencial en nuestra identidad; queremos pensar y re-pensar, y ponerlo a consideración con nuestra actividad que no debe limitarse a repetir lo conocido, sino que debe intentar continuamente conocer más y mejor y de explicarlo más y mejor para apoyar así a cada creyente”.
El dr. Joan Torra explicó que esta tarea se despliega también en los centros y cátedras que hay erigidas y que llega al territorio a partir de diversas instituciones académicas: el Centro de Estudios Teológicos de Mallorca (CETEM), afiliado a la Facultad de Teología de Cataluña, y cada uno de los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas, el de Barcelona, el de Girona, el de Lleida, el de Mallorca, el de Tarragona y el de Vic, donde llevan a cabo “un trabajo encomiable de dar razón del esperanza que tenemos”.
Lección inaugural del dr. Joan Torra Bitlloch dedicada al Concilio de Nicea del año 325
La lección inaugural del curso corrió a cargo también del profesor de Patrología de la Facultad de Teología de Cataluña (FTC-AUSP). Joan Torra Bitlloch, que la dedicó al primer concilio ecuménico convocado por el emperador Constantino, el de Nicea, del año 325. Y lo hizo recordando que en 2025 se cumplirán 1.700 años de su celebración.
El título de la lección fue Reflexiones y cuestiones en torno al Concilio de Nicea del año 325, y consistió en repasar “la situación de la Iglesia naciente para incidir en la gran novedad cristiana, la universalidad y la exclusividad, cosa que va hacer que se la persiguiera; el mártir era el modelo cristiano”. Constantino dio libertad de culto y personalidad a la Iglesia –explicó el dr. Torra- y aprovechó la caridad que ejercían los cristianos. Pero tuvo que convocar un concilio ecuménico porque el arrianismo, que cambiaba la forma de entender al Hijo de Dios, ponía en peligro la unidad de la Iglesia y del Imperio. El concilio redactó el Credo de Nicea que incorpora por primera vez conceptos de filosofía en la fe bíblica. Así, se pasa a una teología llamada imperial, con el culto cristiano celebrado en nuevos espacios; el modelo cristiano pasa del mártir al monje”. «Todo esto abre muchas perspectivas de seguir profundizando en este evento único que cambió la historia».
El acto fue concluido por el cardenal de Barcelona y Gran Canciller de la AUSP, Joan-Josep Omella, que alentó a alumnos y profesores para que hagan un buen curso, y también anunció la celebración de un homenaje al Dr. Armand Puig, en agradecimiento por todo el trabajo realizado desde la creación del Ateneu Universitari Sant Pacià, que seguramente se hará coincidir con la entrada del nuevo rector del AUSP, que debe salir a partir de la terna de candidatos y las elecciones que tendrán lugar en los próximos meses.