El día 29 de julio en la Capilla de Nuestra Señora del Claustro de Guissona, el Arzobispo emérito de Tarragona celebró festivamente con su gran familia y amigos los 50 años de su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar en Madrid el 5 de agosto de 1973.
Se unieron a la fiesta de la Eucaristía de acción de gracias, el Arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, con Mn. Joan Pujol, hermano del Arzobispo emérito, Mn. Ramon Balagué, rector de Guissona y los sacerdotes de la Parroquia que es el lugar de nacimiento y bautismo del Arzobispo Jaume Pujol. Y también su numerosa familia de hermanos, sobrinos, primos y algunos amigos.
En la homilía, el Arzobispo Jaume hizo una sentida acción de gracias por la vocación sacerdotal recibida en el Opus Dei, al que pertenece, y que ahora le ha enviado en misión a México, donde reside. Explicó su pasión por Cristo y su Evangelio, su fidelidad a la Iglesia, y las diversas dedicaciones eclesiales ejercidas en Roma, cerca del Fundador San Josemaría Escrivá, y después en Pamplona y la Universidad de Navarra, con dedicaciones pedagógicas y formativas, hasta que en 2004 el Santo Padre Juan Pablo II lo envió a Tarragona como Arzobispo metropolitano y Presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense. Ejerció hasta junio de 2019 y, ya emérito, está trabajando pastoralmente en Ciudad de México.
Jornada gozosa de fiesta y acción de gracias que se prolongó en una comida de hermandad en la escuela de la Virgen del Rosario de Guissona, donde los niños y algunos familiares mostraron el amor y agradecimiento por el Arzobispo Jaume Pujol.