Unos sesenta sacerdotes con algunos diáconos de las Diócesis de Urgell y de Lleida realizaron una salida de hermandad al Valle de Boí, en el final de curso pastoral, encabezados por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives y por el Obispo de Lleida Mons. Salvador Giménez, coincidiendo con la conmemoración de los 900 años de la consagración de las iglesias de San Clemente y de Santa María de Taüll, que se celebrará en diciembre de 2023.
El conjunto monumental del Valle de Boí, que incluye San Clemente y Santa María de Taüll, San Juan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Feliu de Barruera, la Natividad de Durro, Santa María de Cardet, la Asunción de Cóll y la ermita de San Quirco de Durro, fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO el 30 de noviembre del año 2000. Era el broche de una larga labor para valorizar el patrimonio religioso y artístico-cultural del Valle, que comparten las diócesis hermanas de Urgell y Lleida, ya que Cóll forma parte de Lleida.
En 1931 San Clemente y Santa María de Taüll fueron declaradas Monumento Histórico Artístico, una mención que se hizo extensiva a otras iglesias en 1962. En 1982 se declararon Bien de Interés Cultural. El valor patrimonial que ha llevado a este conjunto a su reconocimiento mundial es que las iglesias se mantienen vivas, cuya práctica religiosa ha pervivido a lo largo de los siglos, en un paisaje natural y humano también muy conservado y vivo.
Los grupos de Urgell y de Lleida se encontraron en el pueblo de Erill la Vall, donde fueron recibidos en la iglesia de Santa Eulàlia. Les ofrecieron un saludo el Rector de Boí, Mn. Ricard Barba, y el Teniente de Alcalde en funciones del Valle de Boí, Ilmo. Sr. Albert Palacín. Recibieron a los dos obispos y presbíteros, junto con la responsable del Centro del Románico del Valle de Boí, Sra. Cristina Castellano. A continuación, y después de los parlamentos de bienvenida, la técnica del Centro Sra. Anna Monsó, hizo una exposición sobre las piezas más importantes que se pueden ver en la iglesia: el Descendimiento de Cristo de la Cruz el único que se conserva del taller de Erill, del que hay una copia muy fiel en la exposición pública, e hizo referencia al campanario: una esbelta torre de planta cuadrada y seis pisos de altura, que había sido pintado en el exterior también. Después de una foto de familia bajo los porches de entrada, siguieron hasta la iglesia de San Clemente de Taüll.
En San Clemente de Taüll, Mons Vives dirigió unas palabras a los asistentes destacando la calidad que se había conseguido con el “mapping” la recuperación que se ha llevado a cabo de las pinturas originales in situ, y del nuevo proyecto museográfico que incluye la proyección, a través de un vídeo mapping de las pinturas del ábside mayor, que muestra cómo sería la iglesia en el siglo XII. A continuación se pudo ver el vídeo-mapping.
Posteriormente, el grupo se desplazó hasta la iglesia de Santa Maria -consagrada el 11 de diciembre de 1123- para celebrar la eucaristía. Allí, el Rector, Mn. Ricard Barba, explicó las pinturas murales románicas de su interior, que aunque fueron arrancadas a principios del siglo XX, pueden verse reproducidas en el ábside central y del muro sur.
La celebración eucarística, presidida por Mons. Joan-Enric, y en la que predicó la homilía Mons. Salvador fue el momento culminante de la jornada de hermandad. El Obispo de Lleida puso de relieve el espíritu sinodal del encuentro y comentó las lecturas proclamadas, mencionando el valor religioso del arte patrimonial cristiano por encima del valor expositivo o cultural. Al finalizar, se tomó una fotografía de familia con todos los sacerdotes asistentes al acto, y concluyó la jornada con una comida compartida.