La parroquia de Sant Julià de Lòria (Principado de Andorra) celebró con más alegría que nunca la tradicional romería de la Virgen de Canòlich, patrona de la parroquia, el 27 de mayo. Se desgajaban este año los 800 años del hallazgo, por parte de un humilde pastor de Bixessarri alertado por un pájaro de colores, de la imagen tan querida de la Virgen de Canòlich.
El encuentro estuvo lleno de actividades en toda la parroquia con los actos centrales en la explanada de Canòlich y Terra Bogada. Nada más iniciarse la jornada de encuentro varios cohetes lanzados desde diferentes lugares empezaron a mostrar que ese día de encuentro era fiesta grande en el Principado de Andorra.
Un gran número de feligreses y devotos de la Virgen de Canòlich peregrinaron a pie hasta el Santuario -situado a 1.635 m. de altitud, en las vertientes de levante de la Serra Plana- para mostrar su devoción y aprecio a la Virgen. Familias enteras, con niños, adolescentes y jóvenes, subieron a venerar a la sagrada imagen de la Virgen y pedir su protección. Para facilitar el transporte y acercar el encuentro a todo el mundo de la parroquia, se dispuso de un servicio de autobús gratuito.
El encuentro fue marcado por la celebración de varias Misas. La primera, como es costumbre, tuvo lugar en la iglesia parroquial de Sant Julià y Sant Germà, presidida por el Rector de la parroquia, Mn. Pepe Chisvert. Además, se llevaron a cabo dos misas más, en el Santuario de la Virgen de Canòlich, y en su carpa exterior, para facilitar a los peregrinos la participación en el gozoso día de encuentro. Durante la mañana, en el aparcamiento del Prat Nou, se llevó a cabo la bendición y distribución del pan bendito de Canòlich, un gesto que evoca la caridad cristiana y la necesidad de compartir con los más pobres. Además, en la distribución se tuvo en cuenta a los celíacos con un pan adaptado.
La culminación de la celebración tuvo lugar a las 12h en la carpa exterior del Santuario, para facilitar la participación de los numerosos peregrinos, con la Eucaristía presidida por el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, y concelebrada por Mn. Pepe Chisvert, rector de la parroquia de Sant Julià, y por los demás sacerdotes del Principado de Andorra. A la Eucaristía asistieron una gran cantidad de fieles que llenaron la carpa y explanada del Santuario, encabezados por las autoridades, el Jefe de Gobierno de Andorra, M.I. Sr. Xavier Espot; el Síndic general, M.I. Carles Enseñat; algunos ministros como el Ministro de Relaciones Institucionales y Educación, M.I. Sr. Ladislau Baró; la Ministra de Salud, M.I. Sra. Helena Mas; la Ministra de Asuntos Exteriores, M.I. Sra. Imma Tor, junto con los Cónsules de la Parroquia de Sant Julià, Hbles. Josep Majoral y Mònica Codina así como Consejeros Generales, los Secretarios de Estado lauredianos, y el Embajador de Andorra ante la Santa Sede, y muchos peregrinos y devotos de la Virgen de Canòlich.
En su homilía el Arzobispo Joan-Enric celebró, con mucho gozo, la indulgencia que el Papa Francisco ha concedido al santuario y a la oración siendo una de las tradiciones más importantes que se celebran en el Principado a lo largo del año. Destacando como “más que una fiesta popular es un símbolo de identidad y hermanamiento en torno a la Virgen de Canòlich, patrona de la parroquia.” Con motivo del octavo centenario del hallazgo de la Virgen, Mons. Vives expresó su voluntad de que “estos 800 años sean para todos los creyentes en Cristo un verdadero momento de gracia, en el que la fe de María nos preceda y acompañe como faro luminoso y como modelo de plenitud y de madurez cristiana, a quien mirar con confianza y de la que poder tomar el entusiasmo y la alegría, para vivir con un compromiso cada vez mayor y con mayor coherencia nuestra vocación de hijos de Dios, hermanos en Cristo, miembros vivos de su Cuerpo que es la Iglesia y dóciles en el Espíritu Santo.”
El mes de mayo, mes de María, en que los fieles renuevan su amor a la Virgen, el Copríncipe ha destacado la necesidad de la fe y de su fortalecimiento en estos momentos de desafección, recordando que “Dios es grande, Dios nos ama, y esto es lo mejor que tenemos, lo mejor que hemos recibido y nos ha sido concedido de conocer y de vivir.” María es un modelo y un punto de referencia para la Iglesia, que en ella se reconoce a sí misma con su vocación y su misión, recordó citando a Benedicto XVI. Un modelo que siempre ha acompañado a Lauredia y alrededores en el Principado de Andorra, siendo el encuentro de Canòlich una invitación “a retornar a las fuentes, de donde generaciones de andorranos han extraído los valores auténticos de la identidad del País y se han comprometido a salvaguardarlos y defenderlos, a costa de cualquier sacrificio”.
La misa fue solemnizada por los cantos de varias corales: la Coral Rocafort, la Coral Signum de La Seu d’Urgell, la Coral Capella de Santa María de Puigcerdà y el acompañamiento musical de la copla Ciutat de Manresa. En el ofertorio se llevó a cabo la ofrenda del tradicional baile a loor de Canòlich a cargo del Esbart Laurèdia, que este año cumplía 25 años, un baile tradicional, que siempre acompaña este encuentro y que es muy querido por todos los lauredianos.
Con motivo del octavo centenario del encuentro de la Sagrada Imagen de la Virgen, el Papa Francisco, concedió la gracia de la indulgencia plenaria a todos los fieles que visitaran el Santuario de Canòlich entre el 20 y el 27 de mayo y tuvieran la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial, y, además, cumplieran las condiciones que la Iglesia pide: confesión, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre. También, el Arzobispo, impartió en la Eucaristía la bendición apostólica con indulgencia plenaria.
Está previsto que el próximo miércoles 31 de mayo tenga lugar la peregrinación a Roma para llevar una talla de madera policromada de la Virgen de Canòlich al Santo Padre y que pueda bendecirla.
A lo largo del mes de mayo se han llevado a cabo diversas actividades en torno a esta conmemoración, con el lema «Virgen de Canòlich, 800 años hermanando», y que culminará en el estreno del cortometraje «Tirites» el próximo 1 de junio en los cines Illa Carlemany (Principado de Andorra). Un relato que explora la relación entre tres generaciones bajo la sombra de la leyenda del hallazgo de la talla de la Virgen de Canòlich.
Entre las iniciativas organizadas para conmemorar la efeméride, también cabe destacar la edición del libro “Petita història de Canòlich”, con ilustraciones de Pilarín Bayés y textos de Jordi Pasques, el reparto de unas 1.000 banderolas conmemorativas para que los vecinos engalanen las fachadas y balcones, la confección de una litografía del artista Sergi Mas y del “Auca de Canòlich” reeditada en color, y la bendición de una representación de la Virgen de Canòlich, realizada por el artista portuguesa Margarida Cepeda o la recepción de una talla de la Virgen de los años 40 del siglo XX, que ha sido donada por su adoración a la iglesia parroquial por la familia Marfany de Sant Julià, que la ha custodiado en los últimos años.