El domingo día 21 de mayo, fiesta de la Ascensión, el Arzobispo Joan-Enric compartió una comida de hermandad con Mn. Jaume Mayoral, Rector de Agramunt, las 3 Hermanas de la Comunidad de Hijas de Cristo Rey, que viven en la Rectoría, y el Hno. Joaquim Cifuentes, de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca.
Por la tarde, presidió la Eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora Asunta de Agramunt y administró el sacramento de la Confirmación a 12 jóvenes y 1 adulta de la Parroquia. Los cantos corrieron a cargo del Coro parroquial que el próximo año celebrará su 40 aniversario. También saludó a la Alcaldesa de Agramunt.
En su homilía destacó el compromiso que los confirmandos adquirían al recibir el sacramento de la Confirmación, puesto que el don del Espíritu Santo les hacía fuertes precisamente para ser testimonios de la Resurrección de Cristo y de la gloria que Él ya goza en el cielo, y que es una promesa firme para nosotros. Al elevarse hacia el cielo, Jesús abrió un camino de esperanza, que nos hace fuertes en medio de las crisis y problemas que nos toca vivir. En este sentido, animó a los campesinos que están sufriendo tanto a causa de la sequía, a tener esperanza y a confiar en que Dios no nos dejará y nos ayudará a salir adelante, como lo ha hecho también después de la pandemia.
Al final de la Misa el Arzobispo obsequió a los confirmandos con el Nuevo Testamento advirtiéndoles de que en ese libro, que contiene las palabras de Jesús, hay una sabiduría, una fuerza, y una luz que les guiará a lo largo de toda su vida. Por eso les exhortó a leerlo cada día un trocito, y a hacerlo su libro querido.