El Sínodo de los Jóvenes

Desde el próximo miércoles día 3 de octubre y hasta el domingo 28, se celebrará en Roma, convocado por el Santo Padre Francisco, el Sínodo de Obispos que tratará sobre «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». El camino hasta llegar al Sínodo ha contado con un Documento preparatorio, un Cuestionario para las Conferencias episcopales y un Cuestionario on line abierto a todos; una Carta del Papa para los jóvenes, un Seminario internacional sobre la condición juvenil y la reunión presinodal con un documento final. Participaron en esta última iniciativa cerca de 300 jóvenes de los cinco continentes y también unos 15.000 jóvenes a través de las redes sociales. Se ha vivido el deseo de la Iglesia de ponerse a la escucha de todos los jóvenes, sin excluir a nadie.

Todos estos materiales fueron analizados ampliamente, sintetizados cuidadosamente y finalmente recogidos en el «Instrumento de trabajo» (Instrumentum laboris) para el Sínodo, que está estructurado en 3 partes con 3 lemas: «reconocer», donde se escucha la realidad, haciendo una síntesis sobre la situación actual de la juventud; «Interpretar», con algunas claves de lectura de las cuestiones decisivas presentadas al discernimiento del Sínodo; y «escoger», donde se quiere ayudar a los Padres sinodales a tomar una posición sobre las orientaciones y decisiones que se tomarán. Y se concluye con una significativa atención al tema de la santidad, para que la Asamblea sinodal reconozca en ella «el rostro más bello de la Iglesia» (GE 9) y lo sepa proponer a todos los jóvenes de hoy.

El Sínodo quiere responder a lo esencial de la vocación y la misión de la Iglesia que debe cuidar a los jóvenes. Del mismo modo que el Señor Jesús caminó con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35), también la Iglesia debe acompañar a todos los jóvenes, sin excluir a ninguno, hacia la alegría de la fe y del amor. Y los jóvenes rejuvenecerán el rostro de la Iglesia. Como ya lo expresaba el Mensaje a los jóvenes del Concilio Vaticano II (8.XII.1965), el Sínodo de los jóvenes busca nuevos caminos de rejuvenecimiento eclesial y quiere ayudar al discernimiento vocacional en este «cambio de época». Un discernimiento que es un instrumento pastoral, basado en una actitud auténticamente espiritual, para obedecer al Espíritu Santo. El Documento invita a abrir y no cerrar, a hacer preguntas y plantear interrogantes sin sugerir respuestas preestablecidas, a considerar alternativas y explorar oportunidades. Desde esta perspectiva, es evidente que la misma Asamblea sinodal del próximo mes de octubre necesita ser afrontada con las disposiciones propias de un proceso de discernimiento, y con oración.

Intercedamos estos días y a lo largo del Sínodo por los jóvenes de todo el mundo y por los Padres sinodales, con la oración redactada por el mismo Papa Francisco:

“Señor Jesús, tu Iglesia en camino hacia el Sínodo dirige su mirada a todos los jóvenes del mundo. Te pedimos para que con audacia se hagan cargo de la propia vida, vean las cosas más hermosas y profundas, y conserven siempre el corazón libre. Acompañados por guías sapientes y generosos, ayúdalos a responder a la llamada que Tú diriges a cada uno de ellos, para realizar el propio proyecto de vida y alcanzar la felicidad. Mantén abiertos sus corazones a los grandes sueños y haz que estén atentos al bien de los hermanos. Como el Discípulo amado, estén también ellos al pie de la Cruz para acoger a tu Madre, recibiéndola de Ti como un don. Sean testigos de la Resurrección y sepan reconocerte vivo junto a ellos anunciando con alegría que Tú eres el Señor.”

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