Regina coeli, laetare, alleluia

En la proximidad de la fiesta litúrgica de la Virgen de Montserrat, Patrona principal de Cataluña y de todas las Diócesis catalanas, es bueno que le otorguemos a la Virgen María el lugar central que ocupa siempre en la celebración de la Pascua de Resurrección. Ella se mantuvo firme al pie de la Cruz de Jesús, le acompañaba dolorosa, silenciosa y rodeada de soledad (así la titula el pueblo cristiano), pero llena de fe y de esperanza, fuente de luz y de vida, porque creyó y amó de forma única. Ella recibió de los labios del mismo Jesús el gran don de ser Madre de la Iglesia y Madre de toda la humanidad: «¡Aquí tienes a tu hijo!». Y nosotros la recibimos en nuestra casa, la amamos, la veneramos y la llenamos de reconocimiento agradecido. Gracias por ser nuestra Madre amorosa: «¡Aquí tienes a tu Madre!», nos dijo Jesús a todos. La Pascua significó estallido de alegría de los discípulos y su envío para la misión, y María les acompañó, los reunió para orar con ellos y esperó, con ellos, el don del Espíritu Santo en Pentecostés, que corroboraba su misión apostólica. María sigue acompañando y ayudando al pueblo cristiano en todas sus necesidades.

Durante el tiempo pascual, la Iglesia venera y felicita a la Santísima Virgen María rezando una oración muy antigua, el Regina Coeli que es la oración cristiana de la Iglesia católica en honor a la Virgen María en el tiempo del gozo pascual, siempre unida al «aleluya» de la resurrección. Felicitamos a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo, que a Ella le debía conllevar una alegría inmensa. El himno es bien popular: «Regina coeli, laetare, alleluia. Quia quem meruisti portare, alleluia. Resurrexit, sicut dixit, alleluia. Ora pro nobis Deum, aleluya». «Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya. Ha resucitado según su palabra, aleluya. Ruega al Señor por nosotros, aleluyaV/. Reina del Cielo, alégrate; aleluya.

Regina Coeli son las palabras latinas con las que comienza el himno pascual que sustituye al rezo del Ángelus durante el tiempo litúrgico de Pascua. Así lo estableció el Papa Benedicto XIV en 1742. Aunque no se conoce el autor de este breve y bellísimo himno, ya se cantaba en el siglo XII y los frailes menores franciscanos lo rezaban después del oficio de Completas, ya en la primera mitad del siglo XIII. Fue seguramente por la difusión de la espiritualidad franciscana que se popularizó y se expandió por todo el mundo. Si bien esta oración es de autor desconocido, la tradición se la atribuye al Papa S. Gregorio Magno (540-604), quien habría escuchado los tres primeros versos cantados por los ángeles, mientras caminaba descalzo una mañana, en una procesión en Roma, y a los que él añadió la cuarta línea.

Recemos y cantemos el Regina Coeli con fe y devoción. Llevemos a nuestra Madre y Patrona, que desde Montserrat vela por el pueblo de Cataluña, todos los anhelos y las necesidades de nuestro país, para que en las elecciones a las Cortes del Estado salgan elegidos aquellos que mejor y más acertadamente trabajen por la paz y la reconciliación, el diálogo entre todos los pueblos que formamos el Estado, llamados a amarnos y a colaborar solidariamente. Y que los elegidos este domingo actúen con responsabilidad en la línea de lograr una economía social que ponga interés preferente por los que menos recursos tienen, y que se preocupen de la familia, del apoyo y respeto a la vida, de la juventud, de los parados, los emigrantes, y de los más vulnerables. ¡La Virgen nos ayudará, como siempre ha hecho a lo largo de nuestra historia milenaria!

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