El Copríncipe participa en la conmemoración de la Constitución en la Asamblea de la Empresa Familiar Andorrana

El jueves 17 de mayo la Empresa Familiar Andorrana (EFA) celebró en Andorra la Vella su Asamblea anual, y quiso conmemorar un acto celebrativo por los 25 años de la Constitución del Principado. A este Acto participaron el Copríncipe Episcopal, Mons. Joan-Enric Vives; el Jefe de Gobierno, M.I. Sr. Antoni Martí; el Síndico General, M.I. Sr. Vicenç Mateu y los socios de la EFA, encabezados por su Presidente, Sr. Francesc Mora Sagués, con otras Autoridades.

Mons. Vives, en su parlamento, hizo un balance positivo de los 25 años de la Constitución del Principado de Andorra, subrayó que la Constitución está viva, y que hay que mantenerla y darle apoyo, ya que es de los ciudadanos y no sólo de las instituciones o las autoridades. Aquel proceso constituyente y el texto que emerge son ejemplares y han resultado muy útiles.

Hizo patente el interés que Andorra suscita en la comunidad internacional y que él capta en las presentaciones de Cartas Credenciales por parte de los diversos Embajadores. Somos valorados y debemos sentirnos contentos. También recordó como hacía pocos días que se cumplían sus 15 años al frente del Obispado y como Copríncipe, y que esta institución se encuentra firme en este servicio, mientras los andorranos así lo deseen.

Habló del valor que la Empresa Familiar Andorrana aporta al país, les felicitó y les pidió no olvidar que empresa y ética deben ir unidas, y que el mecenazgo y la solidaridad deben ser distintivos de las empresas andorranas. Finalmente el Arzobispo de Urgell y Copríncipe mencionó y presentó a los miembros de la EFA el documento publicado ese mismo día en el Vaticano, sobre algunas Cuestiones Económicas y Financieras, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En este documento se analizan los problemas económicos globales actuales y se subraya la necesidad de una ética en el mundo financiero y económico. Y animó a hacérnoslo nuestro en Andorra.

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