Domingo XXXIV del tiempo ordinario: Jesucristo, Rey del universo (C)

Hermanos míos y amigos:

Es tarea difícil conseguir el reconocimiento de la dignidad de la persona humana; es casi imposible que todas y cada una de las personas puedan ejercer sus derechos básicos y se cree un clima favorable en la sociedad, para que sea satisfecha la necesidad profunda de realización personal a que todos aspiramos de manera irrenunciable. Para avanzar siquiera lentamente en este proceso ha sido necesaria la intervención de personajes históricos con clarividencia, voluntad y generosidad. Podemos mencionar entre ellos a Ciro, rey de Persia que, en tiempos del exilio de los hebreos, firmó a favor de ellos un edicto de libertad y les asignó subvenciones para la reconstrucción de su patria. En nuestros tiempos no podemos menos que reconocer y elogiar al Papa Juan Pablo II, quien se ha declarado sin complejos defensor de los derecho de todos los hombres y ha ayudado eficazmente a la restauración de las libertades democráticas en la Europa del Este y en la América Latina.

En esta misma línea la Biblia está llena de personajes que, protegidos por Dios, han sido los libertadores del pueblo. La primera lectura nos habla hoy de David, quien mantuvo la unidad del pueblo durante su largo reinado y lo condujo a la libertad y prosperidad. Le había dicho el Señor: Tu serás el pastor de mi pueblo Israel. Él lo cumplió de tal manera que, promoviendo la unidad y la libertad, fue rey según el corazón de Dios.

Todos aquellos personajes, incluidos los bíblicos, no son sino sombra y figura de Cristo, rey del universo; porque por él, el Padre, nos ha sacado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. A Jesucristo, en efecto, el Padre ha encomendado la misión de recapitular y reunir el mundo entero y a todos los hombres para el designio divino de salvación, pues en el inicio mismo de la creación, como dice San Pablo, por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra.

Aquello que había estado presente en el plan de Dios desde la creación quiso terminarlo por medio de la redención, dado que el mundo, corrompido por su propia culpa, necesitaba ser salvado y liberado del pecado, de todo mal y de toda esclavitud, por obra de Jesús: de su vida ofrecida generosamente y de su muerte aceptada por amor.

El evangelio nos da a entender que la salvación viene del Crucificado: Dios reina por la cruz de su Hijo. El rótulo puesto en la cruz de Jesús decía: Jesús, el Rey de los judíos. Y él, que se escabulló cuando querían hacerle rey temporal, en el proceso, delante de Pilatos, confesó: Sí, yo soy rey. Después, subido a la cruz, ejerció sin demora su poder real de liberador cuando respondió al ladrón arrepentido: Hoy estarás conmigo en el paraíso.

Nuestro mundo, angustiado por tantos problemas, por tanta maldad y tantas servidumbres, no tiene más que un Rey a quien puede volver confiadamente su mirada y del que puede esperar el perdón de sus pecados y la salvación. Los grandes personajes de la historia pueden dar pequeños pasos a favor de la dignidad de los hombres, pero, sólo Jesús es el Rey que puede reconciliar todo el universo con su Padre. Aclamar a Jesús como Rey nuestro es confesar nuestra fe y nuestra confianza en él y ponernos en sus manos para entrar de verdad en el designio universal de salvación.

Apóstoles de la alegría de seguir a Cristo
d’Amic i Amat
Apóstoles de la alegría de seguir a Cristo
Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,

Hemos empezado un nuevo curso pastoral: la catequesis, la escuela, los equipos de Cáritas parroquial, los grupos de oración, de lectio divina y tantas otras actividades que en nuestras parroquias ofrecemos
El arte de escuchar música sacra
d’Amic i Amat
El arte de escuchar música sacra
Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,

En este domingo compartiré con vosotros la importancia de saber escuchar los signos de los tiempos, saber escuchar a los hermanos y, en definitiva, hacer de la escucha un arte para crecer como personas y,
Aportar vida
d’Amic i Amat
Aportar vida
Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,

Al comenzar este nuevo curso, me gustaría presentaros al filósofo Sócrates, quien tiene un principio de conocimiento de la verdad a través de la dialéctica que da luz y vida. Este método lo llamamos mayéutica
Con Maria, nacemos de nuevo
d’Amic i Amat
Con Maria, nacemos de nuevo
Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,
querido pueblo andorrano,

En las vísperas de la Festividad del Nacimiento de la Bienaventurada Virgen María, nuestra Iglesia diocesana se viste de fiesta y se prepara para celebrar la Solemnidad de la Virgen
San Gil, custodio de la creación
d’Amic i Amat
San Gil, custodio de la creación
Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,

Mañana celebraremos en nuestra diócesis, y especialmente en el Santuario de la Virgen de Núria, la fiesta litúrgica de San Gil. ¿Quién era este santo?

En el año 1271 consta que existía en el Valle de Núria
next arrow
previous arrow

Últimas Noticias

Agenda