El Sacerdote, hombre de la Caridad

4. Contemplando el misterio de la Eucaristía oremos por nuestros sacerdotes y por la erradicación de la pobreza y la exclusión social

No podemos olvidar que 2010 ha sido declarado por la Comisión Europea «Año de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social», por eso, en este Año Sacerdotal que estamos terminando y en todo el 2010, contemplando el misterio de la Eucaristía os invitamos a dar gracias a Dios por el don que significa su presencia eucarística y a orar por los sacerdotes y también por todos aquellos que entre nosotros son víctimas de la pobreza y la exclusión social.

Gracias, Señor, por el don de la Eucaristía, por tu Cuerpo entregado y tu Sangre derramada para la vida del mundo. Gracias porque quisiste poner este admirable don en manos de los sacerdotes y porque nos lo dejaste como sacramento de comunión fraterna entre todos los hombres.

Te damos gracias por nuestros sacerdotes y te pedimos por ellos y por su servicio generoso a los más necesitados. Que configurados con Cristo Pastor, su corazón se conmueva siempre ante los pobres, los hambrientos, los excluidos, los marginados. Que identificados con Cristo Sacerdote renueven con gozo la ofrenda de sus vidas en cada Eucaristía al servicio de la salvación de todos los hombres. Que en el seno de nuestras comunidades cristianas sean los hombres de la caridad animando y presidiendo el ejercicio organizado de la caridad.

Y que en este «Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social» oigamos el clamor de los 78 millones de pobres que viven en Europa y trabajemos por superar esta injusticia social que afecta a la dignidad de las personas y a los derechos humanos de un modo inadmisible, sobre todo en una sociedad que dispone de recursos suficientes para erradicar la pobreza si se decide a hacer de la persona el centro de la vida económica y social, como pide el Santo Padre, Benedicto XVI[21].

Madrid, 15 de mayo de 2010

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