El domingo 25 de mayo tuvo lugar en Granada la Eucaristía de apertura del Año Jubilar de la Fundación del Instituto religioso de las “Hijas de Cristo Rey”, con el lema: “150 años por Cristo y su Reino”. El Instituto de las “Hijas de Cristo Rey” tiene como Fundador al Venerable Mn. Josep Gras i Granollers (Agramunt 1834 – Granada 1918). La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, y contó con la presencia de la Superiora General del Instituto, la Rvma. Hna. Patricia Súarez, y del Consejo General del Instituto. También asistió la Comunidad de Hermanas Hijas de Cristo Rey establecida en Agramunt, ciudad natal de Mn. Gras, encabezadas por su Alcaldesa, Ilma. Sra. Sílvia Fernàndez. Asimismo, estuvieron presentes representantes del Ayuntamiento de Granada.
Los actos festivos comenzaron en la casa de San Gregorio, donde tuvo lugar un festival-oración con diversos testimonios, representaciones y actuaciones organizadas por la comunidad de Cristo Rey, junto con padres y profesores de las escuelas del Instituto. Se puso de manifiesto la importancia de la figura de Mn. Josep Gras y del Instituto de las Hijas de Cristo Rey para muchas personas que han encontrado en esta espiritualidad un sentido y una guía para su existencia, como el “Movimiento apostólico Cristo Rey” (MAR), formado por niños, adolescentes, jóvenes y adultos, cuyo objetivo principal es que Jesucristo sea el Rey del corazón y reine en el corazón de cada persona y en la sociedad.
Después de recibir la bendición del Arzobispo Vives, tuvo lugar una peregrinación desde la casa de San Gregorio hasta la Abadía del Sacromonte, encabezada por la sagrada Imagen del Niño Jesús Rey, que precedía al Pueblo de Dios que caminaba tras Él: religiosos, consagrados, laicos, familias, jóvenes del movimiento apostólico, etc., avanzaban con devoción y cantos proclamando la Realeza de Cristo. La sagrada imagen era llevada con devoción por las Religiosas hasta llegar a la Abadía del Sacromonte, donde Mn. Josep Gras i Granollers fue canónigo y profesor de historia eclesiástica, así como de derecho en el Seminario y en la Facultad de Derecho anexa a la Abadía, hasta su muerte.
Su principal apostolado fue la escritura, especialmente en revistas y periódicos, ejerciendo de propagandista católico del Reinado de Cristo Rey. Siendo joven canónigo en Granada, fundó en 1866 la “Academia y Corte de Cristo”, una asociación religioso-literaria con el fin de dar a conocer y difundir la soberanía de Jesucristo. Con el objetivo de extender su obra, fundó otras dos instituciones: una revista llamada El Bien (1866) y una congregación religiosa femenina, el Instituto de Hijas de Cristo Rey (el 26 de mayo de 1876), que recibió la aprobación pontificia definitiva el 16 de agosto de 1901 por parte del Papa León XIII. Actualmente, la Congregación está presente en varios países: España, Italia, Albania, Latinoamérica, Senegal y Togo.
En su homilía, el Arzobispo Vives destacó cómo el inicio del Año Jubilar por los 150 años de la Fundación del Instituto de las Hijas de Cristo Rey llenaba de alegría a todos los presentes, y expresó su satisfacción porque el Venerable Mn. Josep Gras fuera hijo ilustre del Obispado de Urgell. Comentando las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas ese VI Domingo de Pascua, subrayó cómo la primera lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles hablaba del Concilio de Jerusalén y de cómo se había llegado a un acuerdo: “el Espíritu Santo y nosotros hemos decidido…”, dejándose guiar por el Espíritu Santo. En este sentido, animó a que sea el Espíritu quien guíe las decisiones personales y comunitarias, y al diálogo y escucha entre generaciones mayores y jóvenes. La segunda lectura, del libro del Apocalipsis, mostraba la nueva Jerusalén, una ciudad sin templo porque Dios mismo es su templo. Mons. Vives destacó cómo los consagrados y consagradas, como las Hijas de Cristo Rey, son un espacio abierto para mostrar al mundo cómo la luz de Cristo lo puede iluminar todo. El Evangelio según San Juan destacaba la paz que Jesús trae.
El Arzobispo subrayó cómo Mn. Josep Gras fue un apóstol del Reino de Dios en tiempos de oscuridad. Fue testigo de fe en una época convulsa marcada por la secularización, y luchó por proclamar a Cristo como Rey no solo de la Iglesia, sino del corazón humano. El carisma de Mn. Josep Gras se concreta en el Instituto religioso que él fundó, las “Hijas de Cristo Rey”, a quienes dio una misión: formar en las almas el trono de Cristo para que reine en la inteligencia, en el corazón, en las costumbres… Este legado de Josep Gras y de las Hijas de Cristo Rey es un legado profético que hoy se vuelve muy actual, ya que la misión continúa: “Reine Cristo siempre”. El Espíritu que inspiró a Mn. Gras sigue alentando y llamando a nuevas vocaciones educativas y de cuidado por los más vulnerables.
Al final de la Eucaristía, el Abad del Sacromonte dirigió unas palabras a los asistentes, así como la Consejera General Beátrice Amy Ndour, agradeciendo la presencia de tantos y tantos amigos que beben de las fuentes del carisma del Venerable Mn. Josep Gras. Mons. Vives cerró el acto resaltando la alegría por la compra y restauración de la casa natal del Venerable Mn. Josep Gras, en Agramunt, un hito largamente esperado por el Instituto de las Hijas de Cristo Rey.