Este próximo 2025 la Iglesia celebrará un Jubileo, un evento que tiene lugar, ordinariamente, cada 25 años. En esta ocasión, el Papa le ha convocado bajo el lema «Peregrinos de Esperanza». Comenzará oficialmente en Roma el 24 de diciembre, con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, y el domingo 29 en todas las diócesis del mundo.
En Urgell, la Misa de apertura del año jubilar tendrá lugar el domingo 29 de diciembre, a las 12.30 h, y será presidida por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives y por el Obispo Coadjutor Mons. Josep Lluís Serrano. Antes está convocada una reunión del Consejo Pastoral Diocesano.
A las 12.30 h, se iniciará una procesión desde la iglesia de La Misión hasta la Catedral. En esta statio, encabezada por el Arzobispo, participarán los miembros del Consejo Pastoral Diocesano y otros miembros de la Vida Consagrada.
Que es un año Santo o Jubilar?
Una primera referencia la encontramos en la Biblia (cfr. Lv 25,8-13): debía ser convocado cada 50 años y se proponía como ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la creación, y comportaba proclamar la liberación de todos los hombres y mujeres, el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra.
Así pues, un año Jubilar es una nueva oportunidad para liberarnos de todo lo que nos encadena y no nos permite avanzar en nuestro camino junto a Aquel que fue enviado a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista; a poner en libertad a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor (cfr. Lc 4,18-19).
Por eso, en el año Jubilar nos valemos de diferentes signos como son la peregrinación o la Puerta Santa: hacemos camino física y espiritualmente hacia un espacio donde relacionarnos mejor con Dios, con la humanidad y con la creación y cruzar el umbral, Jesucristo, verdadera puerta que nos acerca al Padre mediante el perdón que se nos ofrece y que debemos ofrecer a los demás.
El Jubileo ordinario del año 2025: Peregrinos de la esperanza
En un mundo roto por las guerras, la violencia, la injusticia, la pobreza y la marginación, el pueblo de Dios estamos llamados a ponernos a peregrinar por caminos de fraternidad, de paz, de solidaridad y de misericordia y ser testigos de esperanza. El Santo Padre Francisco, mediante la Bula Spes non confundit (la esperanza no defrauda) del 9 de mayo de 2024, nos convoca a ser estos peregrinos de la esperanza: que salimos de nosotros mismos y de la oscuridad que nos rodea, y que caminamos gozosos y esperanzados al encuentro con el Señor, con los demás y con toda la creación para la reconciliarnos y avanzar en la creación de un mundo mejor.
El Jubileo comienza oficialmente el 24 de diciembre de 2024 con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro del Vaticano. En nuestra diócesis el inicio del Año Santo comienza con una Eucaristía en la Catedral el día 29 de diciembre. El final del Jubileo será el día 6 de enero de 2026, solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que volverá a cerrarse la puerta santa de San Pedro del Vaticano.
La indulgencia plenaria
Durante el Año Santo, la Iglesia nos propone un abundante y generoso perdón para aquellos que se convierten de corazón y piden la remisión total de sus culpas y la restauración de sus vidas. En este ámbito adquiere relevancia la indulgencia plenaria que se nos ofrece con motivo del Jubileo y nos ayuda a cicatrizar definitivamente las heridas del pecado y nos libera de sus consecuencias. La purificación de esta pena temporal nos abre a la comunión con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos y nos ayuda a llevar esperanza a los demás.
La indulgencia puede recibirse según las condiciones acostumbradas, esto es:
- confesarse y comulgar, el mismo día o unos días antes o después.
- orar por las intenciones del Santo Padre.
- peregrinar, ya sea comunitaria o individualmente, a alguno de los lugares indicados por la Diócesis.
- individualmente, dedicar un tiempo de oración y realizar alguna obra de caridad.
Templos donde peregrinar:
Para peregrinar, lo primero que necesitamos es fijarnos un hito y éste no puede ser otro que el encuentro con el Señor y, para llegar a este hito, estamos necesitados de una profunda transformación de nuestro interior, que es templo del Espíritu Santo, es quien nos da y nos hace portadores de esperanza.
Para ayudarnos, la Iglesia de Urgell nos propone los siguientes templos donde podemos peregrinar para celebrar el año jubilar y recibir el don de la indulgencia plenaria:
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- Santa Iglesia Catedral Basílica de Sta. Maria de La Seu d’Urgell
- Santuario-Basílica del Santo Cristo de Balaguer