Este lunes se inicia una campaña de difusión de la candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO «Los testimonios materiales de la construcción del Estado de los Pirineos: el coprincipado de Andorra«, tutelada por Andorra, Francia y España. Coincidiendo con el inicio de la temporada de invierno y a poco más de un año de depositar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, La Seu d’Urgell, Foix y Andorra presentan el primero de los materiales destinados a promocionar los doce elementos que conforman la serie patrimonial.
La publicación de un folleto en formato papel y en código QR es el primer paso de la estrategia conjunta de promoción de la candidatura. Se trata de una iniciativa impulsada desde el Grupo de Trabajo de Turismo y Cultura (GTCT) de la candidatura que agrupa a los departamentos de cultura y turismo y las instituciones gestoras de los monumentos de los tres estados.
La promoción se pone en marcha justo antes de uno de los fines de semana con más afluencia del calendario turístico, el puente de la Purísima. Además de la distribución física en distintos puntos de información turística, el contenido del folleto se difundirá a través de las webs corporativas de las instituciones y será accesible digitalmente para los visitantes que se acerquen a los doce monumentos incluidos en la candidatura.
Esta campaña coincide con el segundo aniversario de la inclusión de la serie en la lista indicativa de la UNESCO de los tres estados participantes, y un año antes de presentar su candidatura a Patrimonio de la Humanidad. Con esta campaña se inicia una fase decisiva de su proceso de elaboración y es el inicio del desarrollo de la futura plataforma de gestión del bien.
La candidatura sobre la creación del Coprincipado
El Castillo de Foix, el conjunto catedralicio de La Seu d’Urgell, la Casa de la Vall, las siete iglesias y los dos yacimientos arqueológicos de Andorra ilustran una trayectoria histórica única en el mundo. Cuentan la preservación de un pequeño territorio de los Pirineos a lo largo de una historia pacífica escrita a tres manos, por dos Copríncipes y las comunidades andorranas, que ha culminado, en 1993, con la adopción de la Constitución andorrana. A lo largo de mil años, la permanencia de las instituciones y la progresiva adaptación de las relaciones políticas materializadas por estos testimonios son la piedra angular sobre la que se sustenta el valor universal excepcional del bien en serie transnacional.