El 7 de octubre la Parroquia de Agramunt celebró la festividad de la Virgen del Rosario, y como en otros años, se rezó el santo rosario y se celebró la misa en honor a la Virgen, en la su capilla ubicada en la iglesia parroquial de la Asunción de Agramunt. Es una capilla que custodia un retablo barroco del siglo XVII y donde están representados los misterios del Santo Rosario, además de la imagen de Santo Domingo (a quien se atribuye la gran divulgación de la oración del rosario en la Edad Media) y la imagen venerada de la Virgen del Rosario.
Este año y siguiendo la llamada del Papa Francisco se ofreció la oración del rosario por la paz, y también en la celebración de la Eucaristía se recordaron a las víctimas de todos los conflictos bélicos de todo el mundo, anotando que este 7 de octubre hace un año que se inició de la guerra que se vive en Tierra Santa y que ha traído la muerte de miles de personas, muchas de ellas niños (cifras que hablan de unas 42.000 víctimas). Una oración del rosario que buscaba, como nos decía el Obispo Joan-Enric en “La Voz del Obispo” de este pasado domingo -citando unas palabras de san Juan Pablo II- “el Rosario una oración profundamente contemplativa y una vía hacia la paz mundial”. También como nos dice la letanía que rezamos: “Reina de la Paz, ruega por nosotros”.
Como es tradición, fueron las mujeres que se llaman Roser las que prepararon su festividad y los actos del día, donde no faltó, además del rezo del rosario y la misa, también el canto de los gozos dedicados a la Virgen del Rosario de Agramunt, entonados al final de la celebración religiosa, mientras los fieles hacían el tradicional besamanos en la imagen. A los asistentes se les regaló un pequeño obsequio como recuerdo de la celebración. La Parroquia agradeció al grupito de las Rosers el trabajo que realizan durante todo el año de cuidar y limpiar el altar del Rosario de Agramunt, y también por mantener viva una tradición y una devoción que siguen los fieles de Agramunt y de los pueblecitos vecinos de la Ribera del Sió.
