Se celebran las Jornadas de Teología en La Seu d’Urgell (1)

Cerca de 120 personas de toda la Diócesis de Urgell asistieron al primer día de las Jornadas de Teología, que organiza cada final de verano la Delegación de Enseñanza del Obispado de Urgell, en el Seminario Diocesano de Urgell, el jueves 29 de agosto, en La Seu d’Urgell. Las Jornadas de Teología fueron presididas por el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, y contaron con la asistencia del Vicario General, Mn. Josep M. Mauri; el Representante del Copríncipe Episcopal, Sr. Eduard Ibáñez; el Vicario de Pastoral y Delegado de Catequesis, Mn. Antoni Elvira y el Vicario General, Mn. Ignasi Navarri; además de maestros y profesores de religión, catequistas y miembros de movimientos y organizaciones de Iglesia en la diócesis.

El tema de este año era: «Las heridas, el perdón y la reconciliación«. Fue desglosado por el Dr. Serafín Béjar, sacerdote de Granada, doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma y en Filosofía por la Universidad de Granada. El P. Béjar se centró en los elementos constitutivos de la cristología y el perdón, explicando que perdonar es un proceso y no un acto puntual; un proceso que podría considerarse como un camino de conversión. También el Dr. Francesc Torralba, doctor en Filosofía y Teología por la Universidad de Barcelona y Coordinador de las Jornadas de Teología, trató, el viernes, de las heridas del pasado, de los relatos del perdón en la Biblia y del significado de la reconciliación.

La Jornada de Teología acogió a los asistentes a partir de las diez y media de la mañana, en la Sala de actos del Seminario Diocesano. El Delegado de Enseñanza, Mn. Pepe Chisvert, abrió el encuentro con unas palabras de agradecimiento a los asistentes por la buena acogida que tienen las Jornadas, y animó a los maestros y profesores en su labor pastoral. Después, el Arzobispo Joan-Enric inauguró las Jornadas con unas palabras de bienvenida, hablando del inicio del curso. También informó sobre la ordenación episcopal del obispo coadjutor, prevista para el próximo 21 de septiembre.

En referencia a las Jornadas de Teología, el Arzobispo Joan-Enric destacó la importancia de la formación continua en todos los ámbitos, subrayando que siempre es necesario crecer, afrontar nuevos problemas y cuestiones que, aunque parezcan nuevas, en realidad han sido presentes siempre. Remarcó la relevancia de la temática de las Jornadas de este año, enfocada en las heridas, el perdón y la reconciliación, temas que requieren una profunda reflexión. Reflexionó sobre lo que significa «levantarse, tomar la camilla y caminar» de lo que nos habla el Evangelio, destacando que este relato es fundamental para entender el tema de las Jornadas de este año, ya que nos llama a comprender y asumir las heridas que llevamos y hacernos cargo de ellas.

Subrayó que el ser humano es inherentemente débil y susceptible a las heridas, y que es necesario asumir esta realidad. Finalmente, recordó el primer Ángelus del Papa Francisco, donde habló sobre la importancia de la misericordia, una temática que ha sido central en su pontificado. Mons. Vives recordó que, según el Papa, Dios nunca se cansa de perdonar, sino más bien somos nosotros quienes nos cansamos de pedir perdón, y que la misericordia debe ser un elemento esencial en la vida de la Iglesia.

Después de la introducción del Dr. Torralba, el Dr. Béjar abrió las conferencias.

En la primera, «Cristología y perdón: algunos elementos constitutivos«, el Dr. Béjar exploró la profunda relación entre la cristología y el perdón, destacando los elementos esenciales que los unen. Argumenta que el perdón no es ni un acto de debilidad ni una simple ausencia de castigo, sino un compromiso profundo y transformador que surge del amor y el sacrificio ejemplificado por Cristo. Siguiendo el ejemplo de Jesucristo, Béjar redefine el perdón como un proceso activo y sanador que implica reconocer el dolor, liberar el resentimiento y restaurar las relaciones. Mediante un análisis de los elementos constitutivos del perdón cristiano, habló de los cuatro principios propiciadores de la dinámica del perdón asociándolos con una imagen que les hizo más comprensibles: (1) el principio de gratuidad o el cuenco, pues el perdón, cuestión difícil según el filósofo francés Jean Paul Gustave Ricœur, sólo puede ser posible en una atmósfera de propicia; (2) el principio de relación o el ombligo, pues para que el perdón se produzca es necesaria una bidireccionalidad para conectar no sólo con nuestra herida, nuestro dolor, sino también con el del otro y su identidad; (3) el principio de integración o el elefante Dumbo de Disney, es necesario asumir todo lo que somos para no proyectar nuestras carencias al otro culpabilizándolo de nuestras fallas; y (4) el principio de singularidad o el rostro porque es necesario salir de uno mismo para verse reflejado en el rostro del otro, pues el rostro es invisible mientras que la cara es visible.

Por la tarde se reanudaron las Jornadas; la última ponencia del Dr. Béjar fue “El difícil perdón. Consideraciones espirituales«. Aborda el tema del «perdón difícil» definido como aquel perdón que requiere un profundo trabajo espiritual y personal para ser logrado de manera auténtica. Béjar presenta los pasos que una persona debe recorrer para llegar a un perdón verdadero, subrayando que este proceso es a menudo complejo y doloroso. Explora cómo el perdón genuino no consiste simplemente en olvidar las ofensas, sino en reconocer plenamente el daño sufrido, confrontar los sentimientos de dolor e ira, y abrirse a la posibilidad de reconciliación. que para que esta reconciliación se produzca es necesario apelar a la determinación de no vengarse, la necesidad de introspección, cambiar la visión que tenemos del ofensor, así como a la comprensión del papel de la gracia divina en este proceso. El Dr. Béjar explora el concepto del perdón desde una perspectiva cristológica, centrándose en la figura de Cristo como fuente y modelo supremo del perdón. A través de una reducción al absurdo, Béjar planteó a los asistentes una reflexión profunda sobre cómo sería un mundo sin perdón siendo éste un mundo marcado por el resentimiento, la venganza y la división perpetua. Argumentó cómo, sin el poder transformador del perdón, las relaciones humanas se romperían y la reconciliación sería imposible. Para Béjar, el perdón, tal y como se manifiesta en Cristo, es esencial para la curación personal y colectiva y es fundamental para establecer una sociedad justa y compasiva.

El primer día de las Jornadas de Teología concluyó por la tarde, con la Eucaristía en la capilla de la Inmaculada en el Seminario Diocesano de Urgell. En la misa, presidida por Mons. Vives, se entregó la Misión a los profesores de religión de la Diócesis de Urgell y se rezó por todos los que en los próximos días empezarán el curso escolar 2024-2025.

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