El día 3 de abril, después de la fiesta de la Misa Crismal y el almuerzo fraterno con los presbíteros y diáconos de la Diócesis, el Arzobispo Joan Enric acompañó a un grupo de siete presbíteros de los ordenados en los últimos años. Se reanudaban así los encuentros de compartición y ayuda mutua de los últimos años, que la pandemia había frenado.
En el Seminario de La Seu d’Urgell tuvieron un encuentro fraterno de formación la tarde de ese día, donde compartieron las vivencias de sus primeros años de ministerio, repasando los retos de su formación permanente, como presbíteros jóvenes, según los criterios de etapa del Plan de Formación sacerdotal “Formar Pastores Misioneros” que el Arzobispo les presentó.
En clima de confianza y de revisión de vida, aportaron abiertamente y se animaron juntos a la fidelidad al don recibido, al servicio pastoral y a la fraternidad presbiteral.
Después rezaron Vísperas en la Capilla del Seminario y tuvieron una animada cena con amical sobremesa, donde también participaron los seminaristas diocesanos.