La Capilla del Seminario Diocesano de Urgell, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, recuperó en 2004 su esplendor gracias a los trabajos minuciosos de varios industriales y artesanos locales que se dedicaron a lo largo de seis meses, a fin que luciera con la gracia con que fue diseñada por el maestro de obras Tomás Sansón en el siglo XIX. Las obras se inauguraron con una celebración eucarística, presidida por el Obispo de Urgell entonces, Mons. Joan-Enric Vives, el Obispo-Arzobispo ad-personam Joan Martí Alanis y muchos de los sacerdotes de la diócesis, en un acto de gran intensidad emocional para todos ellos.
El arreglo de la Capilla y también el proyecto de recuperación del conjunto del edificio llevó a la confirmación de que esta es una obra pre-modernista de gran importancia en el conjunto de la arquitectura catalana y que es precisamente el hecho de que se haya conservado casi como se concibió originalmente (en el caso de la iglesia en su decoración mural, de gran belleza y romanticismo) que convierte esta obra en una pieza de gran valor, casi única en su especie.