El Arzobispo Joan-Enric aprovechó la fiesta del Santo Cristo, para hacer una visitar breve pero intensa a la numerosa Comunidad de Religiosas Misioneras Hijas del Inmaculado Corazón de María, en la ciudad de Balaguer.
Fue recibido por la Superiora de la Comunidad y tuvo un encuentro gozoso con todas las Religiosas de esta Comunidad de ancianas, muchas enfermas, que ya han terminado su servicio más activo y ahora rezan mucho por la Diócesis y el obispo, por la Congregación y por las vocaciones de especial consagración. Todas han gastado su larga vida al servicio de los hermanos y la donación sin condiciones a las personas necesitadas, especialmente a los enfermos.
El Arzobispo las animó a sentir la utilidad de sus vidas entregadas y del amor que tienen por el Señor, que saben transformar en alabanza y oración. El Arzobispo les aportó noticias diocesanas y eclesiales, y las animó a participar activamente en la etapa diocesana del Sínodo.
