El lunes 16 de diciembre en el Santuario del Santo Cristo de Balaguer, y como ya es una hermosa tradición cerca de la Navidad, tuvo lugar el retiro de Adviento-Navidad de la familia presbiteral y diaconal de la Diócesis de Urgell, con el Arzobispo Joan-Enric.
Después de aportar las informaciones más relevantes sobre el presbiterio diocesano, el Arzobispo ofreció una bella contempºlación sobre el valor del pesebre a partir de la reciente carta del Papa Francisco “Admirabile Signum”.
El Arzobispo remarcó cómo el bello signo del pesebre hay que contemplarlo con fe y profundidad ya que es el Evangelio hecho vida. El pesebre manifiesta la ternura de Dios que siendo el Creador se hizo suya nuestra pequeñez y es una invitación a «tocar» la pobreza que el Hijo de Dios vivió. Subrayó a María como quien lo conservaba todo en su corazón, maestra y modelo de contemplación, ya que muestra a su Hijo a todos los que vienen a visitarlo. José es representado como custodio de la familia, junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su Madre. El Arzobispo desgranó el valor de los personajes que colocamos en el pesebre como los pastores, los pobres, los reyes magos… Finalmente animó a los sacerdotes y diáconos a vivir el ministerio en estos días de Navidad de forma que permita a los fieles y a las comunidades transmitir la alegría de la Navidad.
Tras el Retiro siguió una hora de oración y tiempo apto para celebrar el sacramento de la reconciliación. A continuación los sacerdotes concelebraron la Eucaristía y rezaron por el Santo Padre Francisco en su 83º aniversario de nacimiento y 50 de ministerio presbiteral. Presididos por el Arzobispo, una solemne Eucaristía en el Santuario del Santo Cristo, caló en el ánimo de todos, acompañados por las RR. Clarisas.
Después tuvo lugar la comida navideña de la familia sacerdotal, con canto de villancicos y atenciones a los más mayores.
