El domingo V de Pascua, 29 de abril, el Arzobispo de Urgell administró el sacramento de la Confirmación a 26 jóvenes de la Parroquia de Santa María de Puigcerdà. Antes de la celebración almorzaron juntos, en un buen clima de hermandad, el Arzobispo con los sacerdotes del arciprestazgo de Nuria-Cerdanya, invitados por el Rector de Puigcerdà. Y también visitaron las últimas obras realizadas en el presbiterio del templo de St. Domènec y en el antiguo claustro de los frailes dominicos. Asistió a la celebración del Ilmo. Sr. Alcalde de Puigcerdà Albert Piñeira.
El Arzobispo Joan-Enric insistió en la hermosa simbología evangélica de aquel domingo, la vid y los sarmientos, o el árbol y las ramas, que cuando son vivificadas por la savia del árbol, dan hojas, flores y sobre todo frutos. E insistió a los jóvenes confirmandos y a todos los fieles que para un cristiano es esencial la unión con Cristo, ya que «sin Él no podríamos hacer nada». Unión hecha de oración, vivencia de la Eucaristía, escucha de la Palabra y coherencia de obras de servicio y de amor, recordando lo que había proclamado la segunda lectura de la Carta de San Juan, que el amor debía ser de obras y de verdad, concreto y comprometido. También recordó que Jesús nos había hablado de las podas necesarias en la vida de toda persona, que nos hacen crecer, y dar más y mejor fruto. Aceptar las dificultades, fracasos, penas y sufrimientos, porque nos ayudan a mejorar y profundizar en la fe y el amor.
Animó a los jóvenes a vivir aquella celebración de la Confirmación como una renovación de su personal unión con Cristo, «confirmando» Dios su don del Espíritu y ellos confirmando el compromiso de fe confiada en Dios y de pertenencia a la comunidad eclesial.
Al final de la celebración la Parroquia regaló a los jóvenes un ejemplar de los cuatro Evangelios, que el arzobispo remarcó que los han de ayudar a encontrar el camino de la amistad profunda con el Señor.
Al terminar, el Arzobispo con el Sr. Rector Mn. Josep Grau y el Alcalde Sr. Albert Piñeira y con un grupo de feligreses visitó las obras del presbiterio que ahora luce una hermosa remodelación que pone más de relieve la sede, el ambón y el altar del templo.
