Caramelles infantiles en el Claustro de la Catedral

El Sábado Santo estuvo litúrgicamente marcado por el silencio y la oración cerca del sepulcro. El 31 de marzo, la Diócesis rezó en las parroquias y también en la Catedral. Mons. Joan-Enric Vives presidió la oración en la Catedral-Basílica, que hizo por la mañana con los canónigos, miembros de la vida consagrada, seminaristas y fieles. En la vigília cerca del sepulcro del Señor, rezaron el Oficio de Lecturas alargado con las Lamentaciones, y Laudes, con la confianza de que Dios no abandona entre los muertos Aquel que es «el Hijo amado en quien el Padre de la misericordia se complace».
Un poco antes del mediodía llegaron al Claustro de la Catedral los niños del Coro de Caramelles de la Escuela de Música de La Seu d’Urgell y de la Cofraría de San Sebastián. En esta actividad, en la que participan niños de toda la ciudad, muchos acompañados por los padres, se alaba la vida nueva de Cristo Resucitado, la Primavera, la Luz y la Vida que renacen.
Bajo la amenaza de la lluvia, se refugiaron bajo el claustro y cantaron las canciones dirigidas por el profesor y director de canto Sr. Rafael Llobet, en presencia de Mons. Vives y de los padres que acompañaban a los niños y niñas. Músicos jóvenes de la Escuela de Música hicieron el acompañamiento de las melodías y también estuvo presente la directora, Sra. Sonia Lanau.

Al finalizar, se pudieron hacer una foto de familia en el Claustro y Mons. Vives les explicó la restauración que se ha hecho recientemente.

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