Síntesis histórica del Obispado de Urgell

Configuración territorial

La jurisdicción del obispado se extiende a 363 parroquias, aunque algunas tienen hoy una población muy reducida. Casi todas vienen de épocas lejanas, como lo denotan los mismos santos titulares de sus iglesias, pues los más repetidos son Santa Maria (en 90 iglesias parroquiales, además de la iglesia catedral), San Pedro (35), San Martín (29), San Saturnino (24), San Esteban (23), San Miguel (19), San Andrés (17), San Julián (12), Santa Eulalia (11), San Vicente y San Félix (10) ... Muchas iglesias del obispado -parroquiales o no-, conservan, total o parcialmente, elementos de gran interés arquitectónico, y son treinta y seis las que tienen la consideración de Bienes culturales de interés nacional. Las parroquias, hacia el final del siglo IX, aparecen todavía agrupadas por valles y comarcas (pagus), sin precisión de los lazos que las unían. Sobre esta distribución, sin embargo, se constituyeron los ardiaconatos, transformados en decanatos en la segunda mitad del siglo XIII (Urgellet, Cerdanya, Bergadà, Vall de Lord, Urgell, Tremp y Montenartró) y, después, en oficialatos (Mayor, Cerdanya, Berga , Solsona, Cardona, Oliana, Ponts, Sanaüja, Guissona, Agramunt, Balaguer, Tremp, Sort, Tírvia y Cardós). Esta ordenación territorial, mudado en arciprestazgos en la época moderna, es meramente convencional y ha experimentado varios cambios en el transcurso del tiempo. Actualmente, son 9 los arciprestazgos, en tres circumscripciones.

El obispado ha sido, entre los otros de Cataluña, el que, por motivos predominantemente políticos, ha experimentado más cambios fronterizos a lo largo de su existencia: La pérdida de la Ribagorça (siglo IX), en beneficio de la sede de Roda, y la cesión de 144 parroquias del Bergadà, el Solsonès y una parte de la Segarra, en beneficio de la nueva diócesis de Solsona (1593-1623), más tarde, se hubo de adecuar el territorio a los límites entre Estados, y así, el año 1803, las veinticuatro parroquias de la alta Cerdanya, que desde el tratado de los Pirineos (1659) habían sido cedidos a Francia, pasaron también eclesiásticamente a este último país y en 1804, las veintiocho de la Vall d'Aran, circunscripción unida plenamente a las tierras catalano-aragonesas al menos desde el siglo XII, se anexionaron al obispado de Urgell, provenientes de la extinta diócesis gascona de San Bertrán de Comenge. En 1874 también se anexan a la diócesis la sesentena de pueblos que integraban las jurisdicciones hasta entonces exentas de Gerri, Mur, Montodó-Bonrepòs, orden de Sant Joan de Jerusalén y Meià. Finalmente, en el año 1956, el obispado ganaba las dieciséis parroquias del enclave de Artesa de Segre y dejaba, para Lleida y Barbastro, las diecinueve de la Franja de Ponent, agrupadas en tres enclaves.