Confirmaciones en Linyola

El sábado 22 de abril, domingo segundo de Pascua o de la Divina Misericordia, el Arzobispo de Urgell administró el sacramento de la Confirmación a 14 jóvenes de la Parroquia de la Virgen Asunta de Linyola. Concelebraron con el Arzobispo el Rector Mn. Pere Canyada, Mn. David Codina y el diácono permanente Mn. Joseo Caba, catequista responsable de la preparación de los jóvenes confirmados y que los presentó al Sr. Arzobispo.
En la homilía el Arzobispo glosando el Evangelio, recordó cómo el apóstol Tomás, después de haber dudado, confió y se dejó llevar más allá de la razón o las dudas, por la fe y por el amor, que la hacen llegar a una nueva plenitud, que es el conocimiento espiritual y misericordioso. La duda no es algo negativo para el creyente, sino que es reflejo de su libertad personal, y una vez superado, puede hacer que la fe resulte fortalecida. Mons. Vives remarcó la necesidad del don de la fe, que más allá de una actitud religiosa, es algo necesario para los humanos para vivir, ya que necesitamos confiar en los demás, y, sobre todo, en Jesucristo. Citando "el Principito" de Antoine de Saint-Exupéry, Mons. Vives recordó como "lo esencial es invisible a los ojos", un esencial que los cristianos concretamos en Jesucristo, en la fe, en la familia y los auténticos valores. El Arzobispo exhortó a los jóvenes a tener personalidad propia y a saber "nadar contra corriente" y les animó a que, como Santo Tomás, pudieran decir en el fondo de su corazón "Señor mío, y Dios mío!", Mostrando así su fe en el Señor Resucitado. En la víspera de la Diada de Sant Jordi, el Arzobispo exhortó a los fieles a encomendarse al patrón secundario de Cataluña, orando por los gobernantes y por todo el país, y poniendo en el centro el amor generoso y enamorado entre hombre y mujer.
La Eucaristía fue solemnizada por el Coro parroquial de Linyola. Al final, los confirmados recibieron un Nuevo Testamento de manos del Sr. Arzobispo como recuerdo de su confirmación, y les pidió que leyeran cada día un breve fragmento, ya que los mantendría en la amistad del Señor, y los jóvenes recitaron al Sr. Arzobispo y en la comunidad un pequeño poema de agradecimiento.