Seamos agradecidos a los impulsores de la Constitución

oficial andorraXXIV. aniversario de la Constitución Andorrana

Conmemoramos el 24º aniversario de la aprobación de la Constitución del Principado de Andorra, en un momento de especial preocupación por la situación mundial, con elecciones anunciadas en breve en Francia, de las que emergerá nuestro nuevo Copríncipe francés, con cambios en el país más poderoso de la tierra, con conflictos bélicos que no terminan, un flujo de emigrantes de proporciones gigantescas, y con un cierto enfriamiento de la vocación europea por parte de ciertos países de la Unión. Se nos aparece un mundo inmerso en una profunda transformación de sus sistemas de valores, una sociedad que ha globalizado sus comportamientos, y se han producido cambios muy significativos en las relaciones entre los países. Es necesario que los andorranos estemos unidos, más que nunca, respetando las legítimas diferencias, y abiertos a los nuevos retos que el mundo nos presenta desde la salvaguarda de nuestra soberanía y de nuestra independencia en todos los campos de la vida del país. Debemos saber mantener y reinventar los valores de la libertad, la democracia, la justicia social y también el reconocimiento real y efectivo de los derechos de las personas y de su dignidad.

El Principado de Andorra va fortaleciendo sus relaciones armoniosas con los demás estados del mundo, y en especial, con nuestros vecinos europeos más cercanos. Y esto es posible hoy, por la gran transformación que vivió Andorra hace veinticuatro años, con la finalización de la negociación del texto constitucional, la ratificación por parte de los Copríncipes y la aprobación final en referéndum por el pueblo andorrano de nuestra Constitución. A nosotros nos corresponde ser agradecidos y honrar a los impulsores de aquel proceso constituyente, quienes supieron tener presente nuestra particular y rica historia, interpretar las exigencias y posibilidades del presente y del futuro del país, y llevar a buen puerto las difíciles negociaciones entre corrientes ideológicas e intereses legítimos para que llegáramos a tener una Constitución que fuera de todos, y se convirtiera en una herramienta fundamental de unidad, soberanía y progreso en nuestros valores y compromisos. Es así como ahora disfrutamos de una Ley fundamental que armoniza el funcionamiento de nuestras instituciones y nos permite mirar el mundo con confianza.

Como dice su Preámbulo, la Constitución de 1993 se aprobó "con el deseo de que el lema "virtus, unita, fortior" que ha presidido el camino pacífico de Andorra a través de más de setecientos años de historia, siga siendo una divisa plenamente vigente y oriente siempre las actuaciones de los andorranos". Este 14 de marzo, vivamos una gozosa fiesta democrática, que nos una y reafirme en el compromiso de mantener una convivencia pacífica y una dedicación generosa de todos hacia el bien común.
 

+ Joan-Enric Vives
Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra