¡Jesús vive y te quiere vivo!
“¡Jesús vivo y te quiere vivo!", es el lema de la Jornada de Oración por las vocaciones de este año. Se hace eco de la llamada vocacional a todos, pero especialmente a los jóvenes, que el Papa Francisco dirigió con su Exhortación postsinodal "Cristo vive" (marzo 2019). ¡Es tan importante vivir la vida como vocación! Estos días de pandemia hemos podido redescubrir que muchas profesiones, sin un sentido vocacional de generosidad, hasta de heroicidad, no se sostienen. No se trata de trabajar para ganar dinero o de pasar la vida sin un objetivo por el que valga la pena darla, "perderla", dice Jesús. Orar por las vocaciones significa pedir que todos, a la edad que sea, nos abramos a dar la vida por causas grandes e importantes, según lo que Dios a través de las circunstancias de cada uno, nos hace llegar. Su llamada puede ser directa, por supuesto, pero normalmente Dios se sirve de personas, eventos, hasta fracasos, para zarandear la persona y hacerla crecer, con un deseo de servicio y de amor. Esto es lo que pedimos para nuestra sociedad, para que, una vez terminada la pandemia, no volvamos a una vida lánguida, egoísta, consumidora o globalizada de indiferencia, sino que salgamos fortalecidos en el anhelo de solidaridad y de servicio, y así lo esperamos, de búsqueda de la verdad y con sed de infinito. Se trata de desescalar el egoísmo. Que desde el amor concreto y entregado de cada día alcemos la mirada y el corazón hacia Dios, con el compromiso firme de hacer más caso de lo que Él quiere y espera de cada uno de nosotros.
En este mes de mayo que empezamos, confiémonos como siempre a nuestra Madre, la Virgen María, para que nos guíe por el camino de la respuesta siempre más grande de amor a Dios y a los hermanos que, como Ella hizo, también nosotros pongamos toda nuestra disponibilidad en cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. La Virgen que acompañó y sostuvo a los Apóstoles en los inicios de la Iglesia, también nos acompaña y sostiene en estos momentos, para vivir con fe en la pandemia, y para salir fortalecidos en el amor a Dios y la solidaridad hacia los que sufren. ¡Buen mes de María!