Continuamos la reflexión de la semana pasada a partir de la VIIª Jornada Mundial de la Familia celebrada el pasado mes de junio en Milán (Italia). Fue una cita muy importante "con" las familias y «para» la familia, que exponía de nuevo a la atención del mundo, el testimonio del «Evangelio de la familia». Está comprometido el mismo futuro de la humanidad, si quiere aprender los valores que dan sentido a la vida, y que sólo se aprenden de verdad en los primeros años de la existencia y en el seno de una familia que los transmite con amor. De ahí la compaginación entre trabajo y fiesta, un objetivo prioritario de la reflexión en Milán.
Estamos en verano, y quizás todos tendremos mayores oportunidades de encuentro y convivencia con la familia. ¡Valorémoslo y aprovechémoslo apostólicamente! Nos ayuda la síntesis que fue presentada en nuestro Consejo Pastoral Diocesano de Urgell de los mensajes de Benedicto XVI en los días del Encuentro de Milán: ¿Qué insistencias ha ofrecido el Papa, que puedan ser nuevas y sugerentes, y que nos ayudarán a nosotros?