En la proximidad de San José, celebramos el Día del Seminario, la jornada dedicada a orar y a ayudar con nuestros donativos a nuestros seminaristas y a nuestro Seminario Diocesano. Jornada significativa e importante para toda la Iglesia diocesana, cuyo lema es este año "Pasión por el Evangelio". Demos gracias a Dios por la generosidad y la entrega de los 9 seminaristas que actualmente se están preparando al sacerdocio en nuestra Diócesis. Queremos seguir sosteniéndoles y animándoles, así como también a los jóvenes que en el futuro acojan la llamada del Señor a servir a su Iglesia y a trabajar por el Reino de Dios como sacerdotes. El próximo domingo, si Dios quiere, en el Santuario del Santo Cristo de Balaguer, tendré la alegría de ordenar diácono a uno de ellos, Mosén Alfonso Velásquez, nacido en Bogotá y bien arraigado en nuestras tierras y en nuestra Diócesis desde hace años. Él viene a sumarse a la multitud de buenos sacerdotes que ha tenido y tiene nuestra Diócesis, servidores de Cristo y los hermanos, con una vida totalmente entregada a la misión pastoral. Es como un compartir bienes entre Iglesias, ya que nosotros aportamos muchos buenos misioneros hace unos años a la Archidiócesis de Bogotá, y ahora son ellos los que vienen a servir y a cooperar en la nueva evangelización de Cataluña y de Europa. ¡Gracias, Señor!
En tiempos de gran individualismo, cuando la cultura dominante no ayuda a los jóvenes a tomar compromisos definitivos y a darse totalmente, y en un contexto social donde el celibato por amor a Dios y a los hermanos causa extrañeza, es motivo de acción de gracias que un joven se decida a seguir a Cristo, poniéndose al servicio de Cristo, de las comunidades cristianas y del anuncio del Evangelio, en un mundo que a menudo se muestra indiferente a su mensaje. Es un testimonio de la perenne juventud de la fe vivida y testimoniada con pasión, humildad, coherencia y sacrificio.