Error in function loadImage: The image could not be loaded.

Error in function redimToSize: The original image has not been loaded.

Error in function saveImage: There is no processed image to save.

¡Santas fiestas de Navidad!

Sagrada Família de J. Llimona i marc d’A. Gaudí de la Basílica de Valldeflors de Tremp (Pallars Jussà), rèplica de l’existent a la Basílica de Barcelona

El Santo Padre Benedicto XVI nos dijo en la Sagrada Familia de Barcelona el día 7 de noviembre, en su histórica visita:

"Al contemplar admirado este recinto santo de asombrosa belleza, con tanta historia de fe, pido a Dios que en esta tierra catalana se multipliquen y consoliden nuevos testimonios de santidad, que presten al mundo el gran servicio que la Iglesia puede y debe prestar a la humanidad: ser icono de la belleza divina, llama ardiente de caridad, cauce para que el mundo crea en Aquel que Dios ha enviado (cf. Jn 6,29)".

Queridos hermanos y amigos de la Diócesis de Urgell:

¡A todos os deseo unas Santas fiestas de Navidad y Epifanía!
La Sagrada Familia de Jesús, María y José
bendiga abundantemente nuestras familias y nuestra Diócesis,
y obtenga para todos los hombres y mujeres del mundo
la paz y el amor que provienen de Dios!

La Navidad nos hace sentir la nostalgia de una fe y un amor más grandes,
y nos guía por el auténtico camino de la santidad
para que los cristianos, sin perder nunca el ejemplo de Belén y Nazaret,
seamos testigos creíbles de Jesús
con nuestra manera de ser y de actuar.

Os tendré muy presentes a todos en mi oración.
Oremos también los unos por los otros en estos días santos.
Que el amor de Dios penetre en nuestros corazones
y nos transforme.

Muy unidos en la alegría y la comunión de la Navidad,

+Joan-Enric Vives, Arquebisbe d'Urgell

+Joan-Enric Vives, Arzobispo de Urgell

Navidad 2010

"Nosotros sin ti, no somos nosotros"

Un cartel bien hecho, que llama la atención: un grupo de personas diversas que sostienen cada una de ellas una letra de la palabra "nosotros", pero falta la "s". Y juega así para decir que: "Nosotros sin ti no somos nosotros", que es el lema de la Campaña de Navidad de Cáritas de Cataluña, que tendrá continuidad a lo largo del año, y que añade: "Somos vecinos, somos hermanos. Si tú no estás, nos falta algo". El "nosotros" sin la "s" se convierte en "no_otros". Es necesaria la "s" para que diga "nosotros"... Con motivo de la crisis y de la Navidad que invita a formar familia y formar comunidad, desde Cáritas nos animan a pensar, a orar y a compartir... Nosotros, sin los empobrecidos, sin los inmigrantes, sin los que piensan diferente, sin los que han fracasado, sin los que han pasado por pruebas... no somos el nosotros que Dios ha querido al crearnos como hermanos, ya que todos somos hijos del mismo Padre celestial. Aquí nace toda dignidad humana. No podemos prescindir del otro, del hermano... por más que nos cueste por comodidad, o enfrentamientos, o porque creemos que no son nuestro problema, o porque nos cansa hacernos cargo del otro...

Próxima ya la Navidad, fiesta de la Encarnación de Dios en medio de nosotros, y fiesta del valor único y sagrado de toda vida, de toda persona humana, esta Campaña de Cáritas Cataluña nos provoca proféticamente. Porque "una sociedad con valores es una sociedad con futuro" -según el lema que Cáritas propone desde hace ya tres años-, y uno de estos valores esenciales es la fraternidad que nos lleva a compartir los bienes y los corazones, como en una familia que en tiempos de dificultades se une y se ayuda. Y nuestra familia no tiene fronteras, ni excluye a nadie. Como recomienda San Pablo, "no nos cansemos de hacer el bien, porque la cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos. Por tanto, mientras estamos a tiempo, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe" (Ga 6,9-10).

Cáritas invita a "desarrollar el espíritu de servicio y el sentido de comunidad como lugar privilegiado de encuentro, interiorización y comunicación con los demás". Y nos llama a "construir una sociedad fraterna e integradora, donde podamos acoger y valorar a los demás, y donde las personas excluidas puedan recuperar la dignidad de ser persona". El Santo Padre Benedicto XVI nos dice: "La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos (...) Lo que está en juego es la necesidad de alcanzar una auténtica fraternidad (...) con el fin de hacer cambiar los procesos económicos y sociales actuales hacia metas plenamente humanas" (Caritas in veritate, 19-20). ¡Tengamos en cuenta estas palabras! Dejemos que nuestros corazones, durante estos días y todo el año que pronto iniciaremos, se dilaten por la gracia divina que nos conducirá a tomar compromisos solidarios con los hermanos. "Ve donde el corazón te lleve" propone la gran novelista italiana Susanna Tamaro, y conviene que las razones del corazón dicten la medida de nuestra generosidad. No lo olvidemos: "el corazón tiene unas razones que la razón no entiende" (Blaise Pascal) y esto vale para la fe, para los compromisos, para la generosidad con los que nos rodean, especialmente con quienes más necesitan una ayuda y una sonrisa limpia y desinteresada.

¡Feliz Navidad ya próxima! ¡No nos olvidemos de los pobres, ni del pesebre, ni de la oración, ni de la Eucaristía de Navidad! Con mi bendición para todas vuestras familias.

Adviento de la Palabra del Señor

Estamos a mitad del Adviento, el tiempo litúrgico que prepara la Navidad, que nos pone en actitud de escuchar de verdad a Jesucristo, la Palabra que Dios nos ha enviado, y tiempo de adorarla y hacerla fructificar. Ha coincidido con la edición del texto que, dos años después del Sínodo de los Obispos sobre "La Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia", el Santo Padre Benedicto XVI nos acaba de regalar. Es la Exhortación Apostólica postsinodal, "Verbum Domini" ("La Palabra del Señor"), que recoge y hace suyos los trabajos del Sínodo de octubre de 2008. Es un texto profundo, dividido en tres partes que de forma original se inspiran en el prólogo del Evangelio según San Juan: Palabra de Dios, Palabra en la Iglesia y Palabra al mundo.
Para vivir el Adviento nos ayudará mucho "acoger" con fe algunas de sus enseñanzas, que nos preparan con profundidad a vivir la Navidad que se acerca. El Papa nos enseña:
• "A través de todas las palabras de la Sagrada Escritura, Dios sólo dice una palabra, su Verbo único, en quién Él se dice en plenitud (cf. Hb 1,1-3) (Catecismo nº 102)" (nº 18 de la Exhortación VD).
• Sobre la respuesta del hombre al Dios que habla, subraya "el primado de la Palabra de Dios dirigida al hombre" (nº 22) con una bella reflexión sobre "Dios que escucha la necesidad del hombre y su clamor" (nº 23), ya que "el fruto de la Sagrada Escritura es la plenitud de la felicidad eterna (...) en la que veremos, amaremos y serán colmados todos nuestros deseos" (San Buenaventura). Por eso el pecado consiste en no prestar oído a la Palabra de Dios (nº 26).
• Se refiere bellamente a la Virgen María tan presente en el Adviento y la Navidad, como "Madre del Verbo de Dios" y "Madre de la fe" (nº 27).
• "El lugar originario de la interpretación escriturística es la vida de la Iglesia" (nº 29) y por esta razón vuelve a tomar las enseñanzas del Vaticano II (DV12) con los tres criterios de la interpretación bíblica: 1) la unidad de toda la Escritura, hoy llamada exégesis canónica; 2) la Tradición viva de la Iglesia, 3) la analogía o coherencia con la fe de la Iglesia. "El sentido literal enseña los hechos y el alegórico lo que se ha de creer, el sentido moral lo que hay que hacer y el anagógico hacia dónde se tiende (Catecismo nº 118)." (nº 37). También se subraya la necesidad de trascender la "letra" de las Escrituras (nº 38).
• "La liturgia es el lugar privilegiado de la Palabra de Dios" ya que "la Iglesia es la casa de la Palabra" (nº 52). Palabra de Dios y Eucaristía tienen un lugar relevante, tal como señalan Jn 6 y Lc 24 (nnº 53-55).
• A partir de lo que el Papa sugiere sobre la homilía, todos podemos preguntarnos siempre: "¿Qué dicen las lecturas proclamadas? ¿Qué me dicen a mí personalmente? ¿Qué debo decir a la comunidad, teniendo en cuenta su situación concreta?" (nº 59).
• Remarca la importancia de "la animación bíblica de la pastoral" (nº 73), y de forma relevante se nos presenta "la lectura orante o "lectio divina" -lectura de la Escritura hecha oración- que parte de la lectura, la meditación, la oración y la contemplación, y a las que se añade como conclusión la acción (nº 86-87).
• La Palabra de Dios es la "Palabra de la esperanza" (cf.1Pe 3,15); ya que el hombre necesita la "gran esperanza" para poder vivir su presente, la gran esperanza que es el Dios que tiene un rostro humano y que "nos ha amado hasta el extremo" (Jn 13,1) (n º 91). El anuncio de la Palabra tiene como contenido el Reino de Dios (cf. Mc 1,14-15), que es la persona misma de Jesús (nº 93). Sigue el acento en la misión (nº 95), y, sobre todo, en la nueva evangelización "de los bautizados, pero no suficientemente evangelizados" (nº 96), así como una síntesis sobre el testimonio (nº 97-98). Y se subraya la relación entre Palabra de Dios y compromiso en el mundo (los "pequeños" de Mt 25,40): acción por la justicia, la paz, la caridad efectiva, los jóvenes, los emigrantes, los que sufren, los pobres y, finalmente, la salvaguardia de la creación (nº 99-108).
Con alegría y esperanza, pongamos nuevamente nuestra conversión y nuestro amor a la Palabra del Señor en manos de la Virgen María, "la Madre de la Palabra de Dios y la Madre de la alegría" (nº 124).

¡Amemos la liturgia!

Acabamos de iniciar con el Adviento un nuevo Año litúrgico. Los cristianos no empezamos el año en enero, sino con el Adviento que prepara las celebraciones del Nacimiento del Señor. Tenemos todo un año por delante, tiempo de gracia y de bendiciones, tiempo para revivir el misterio de Cristo y para hacerlo todo para alabanza de Dios Padre, por Cristo y en el Espíritu Santo, que habita dentro de nosotros y nos impulsa a acoger y a hacer fructificar todo lo que nos da la gracia.
Toda la liturgia es obra de la Santísima Trinidad (cf. Catecismo de la Iglesia Católica n º 1077), y durante el Año litúrgico celebramos el gran acontecimiento de la salvación que se ha realizado en Jesucristo de forma única y plena, pues sólo Él es el único mediador entre Dios y los hombres: "hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también" (1Tim 2,5). La Iglesia celebra la memoria sagrada de la obra de la salvación divina en días determinados durante el curso del año. Despliega así, de forma sacramental, todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación hasta el día de Pentecostés y la expectación de la venida del Señor, y también conmemora los días natalicios de la Virgen y de los santos. La Iglesia siempre ha querido que, partiendo de la fiesta central de la Pascua de Resurrección, el misterio de su Señor la acompañe a lo largo del año, la alimente y la mantenga unida a Él. Así, la acción litúrgica es siempre santificadora, ya que anuncia y actualiza el misterio de Cristo en el hoy de su Esposa, la Iglesia.
Como también subraya el Catecismo, "la liturgia cristiana no sólo recuerda los acontecimientos que nos salvaron, sino que los actualiza, los hace presentes. El Misterio pascual de Cristo se celebra, no se repite; son las celebraciones las que se repiten; en cada una de ellas tiene lugar la efusión del Espíritu Santo que actualiza el único Misterio" (nº 1104). Será necesario por tanto que entre todos los responsables y colaboradores de las celebraciones hagamos notar que la liturgia no es mera teatralidad o expresión de una idea sugerente o manifestación de la belleza, sino que la liturgia católica es la expresión objetiva, real y concreta de la unión con Dios mismo, que quiere convivir con nosotros, sus hijos queridos. Y de ahí debe nacer nuestro amor por la liturgia, la atención pastoral por la centralidad de la Pascua y el domingo -la Pascua semanal-, la responsabilidad por el ars celebrandi o el arte de celebrar rectamente, según lo que quiere la Iglesia, y que va siempre unido a una participación activa, plena y fructuosa de todos los miembros del Pueblo de Dios. ¡Qué expresiva que fue, en este sentido, la dedicación del templo de la Sagrada Familia de Barcelona por el Papa Benedicto XVI!
Leer más...