Navidad solidaria en tiempo de crisis

Se acercan las fiestas de Navidad, pero para muchas familias será una Navidad triste y angustiosa, especialmente para aquellos que sufren más, debido a la actual crisis económica, que tiene tantos factores y dimensiones, pero que en nuestro país tiene una dimensión amplia y gravísima por la pérdida de muchos lugares de trabajo, lo que afecta directamente a familias, a emigrantes y a empresas. Recordemos lo que afirma Benedicto XVI: "El trabajo es una dimensión fundamental de la existencia humana... realiza y humaniza a la persona" (14.IX.2006), y Juan Pablo II en "Laborem exercens" advierte de la injusticia que representa el paro y ciertas condiciones de trabajo: "Los pobres los encontramos bajo varias formas; aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano; ya sea porque se limitan las posibilidades del trabajo -la plaga del paro-, ja sea porque se desprecian el trabajo y los derechos que se derivan, especialmente el derecho a un salario justo, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia" (nº 8).

Esta Navidad en tiempo de crisis tiene que ser una Navidad de amor y de solidaridad, de compartir y de ayudarnos entre todos. El nacimiento y la vida pobre de Cristo y su amor por los más pobres nos obliga. "Él, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza" (2Cor 8,9). La Navidad nos invita de nuevo a abrir la puerta a Jesús, el Salvador, y a dejar que su salvación entre en nuestra casa, dentro de cada uno de nosotros, y dé frutos de conversión. Entonces el amor con obras se derramará a todo el mundo, especialmente a quienes más lo necesitan.

Càritas Catalunya ha presentado un informe sobre los servicios que llevan a cabo las diez Caritas diocesanas. Actualmente en Caritas trabajan 12.000 voluntarios (con un incremento del 20% respecto del último año) y las aportaciones se elevan a más de 30 millones de euros en ayudas, el 80% de los cuales provienen de donaciones particulares y sólo un 20% de ayudas oficiales. Esta es una buena señal de que Caritas ayuda con lo que personas concretas se han esforzado en dar. Destacan también que ahora hay un 40% más de demandas que en el año 2008, y que muchos nunca habían anteriormente necesitado ayudas; también se remarca la feminización de la pobreza, las necesidades de las familias que no llegan a final de mes, las exigencias imperiosas de ayuda en temas costosos como alquileres e hipotecas, escuela y comedores para los hijos, asistencia psicológica de muchos desempleados, la problemática del colectivo inmigrante y el papel de las Administraciones que están desbordadas. En Andorra, manteniendo Caritas las ayudas habituales, se inaugurará un banco de alimentos y atenderá a las familias necesitadas. Y así ocurre también en Càritas Urgell donde las necesidades crecen pero se quiere responder con renovación y ampliación de los recursos, atención a los voluntarios y ayuda a los grupos parroquiales de Càritas para con los servicios de atención que ofrecen. Hemos de agradecer y apoyar el trabajo tan valioso y continuado de los voluntarios y trabajadores de Càritas en las Diócesis de Catalunya. Ellos son el rostro visible de Jesucristo acogedor y amoroso, liberador de los pobres, que ha venido "para que tengan vida y la tengan en abundancia" (Jn 10,10).

Me permito hacer una llamada a los fieles y a toda la sociedad en general para que en esta Navidad, que debe ser una Navidad plenamente solidaria, ayudemos de manera constante, con aportaciones económicas y personales, a todas las instituciones que trabajan al servicio de los más necesidades, y especialmente Càritas. ¡Feliz Navidad que está cerca, solidaria y compartida!